Chile desbordado. Tensiones, resistencias y construcciones colectivas en el siglo XXI
- 206 - Cuidado infantil Se realizaron entrevistas en profundidad a 14 mujeres, díadas de madre y abuela materna, que comparten el cuidado infantil en la comuna de Valdi- via. Las mujeres fueron invitadas a través de un muestreo intencional opiná- tico, combinado con la técnica de bola de nieve (García y Montenegro, 2013; Ruiz, 2012). Se buscó reclutar a mujeres que se encontraran en diversas po- siciones de habla, mientras comparten coordenadas geográficas. Como cri- terios de inclusión se consideró la participación central de ambas mujeres en el cuidado infantil 2 y que el hogar de la madre no contara con ayuda do- méstica diaria. Asimismo, se consideró la posición de las madres en la estructura ocupa- cional, intencionado la participación de duplas en la que la mujer menor es trabajadora de sectores intermedios (Orellana, 2011). Se incorporó también una dupla en la que la madre se encontraba cesante, como una forma de con- siderar los cambios en participación laboral de los sectores medios en el año 2020, el que se caracterizó por un aumento del desempleo. 3 Por último, se intencionó la participación con mujeres en diversas posicio- nes de habla, buscando diversidad respecto a tipo de actividad laboral de las madres, las edades de ambas generaciones, nivel de participación del padre en el cuidado, lugar de residencia y convivencia o no de madre y abuela. 2. Construcción generizada del cuidado infantil En Chile, al igual como ocurre en el resto de la región, el trabajo reproduc- tivo es configurado por lógicas estatutarias asociadas a la familia y a las re- laciones de género, las que se traducen en la naturalización de los binomios mujer/madre y mujer/cuidados. Al respecto, cabe distinguir entre la mater- nidad y el cuidado infantil. Propongo comprender la primera como un ideal que incluye mandatos relacionales y funciones específicas, caracterizándose por la responsabilidad y autoridad sobre hijas e hijos. Este ideal es internali- zado por las mujeres, expresándose en las maternidades concretas de formas diversas, con distintos grados de adhesión/resistencia. El cuidado infantil, en tanto, puede entenderse como las tareas asociadas a la reproducción de la vida de niñas y niños, incluyendo la labor de organi- zar, delegar y supervisar determinadas funciones. Éste se estructura bajo un marco maternalista sostenido por la cultura, las políticas sociales y los sabe- res expertos, que atribuye la responsabilidad del cuidado infantil a las mu- 2 La participación central implica el involucramiento regular en el cuidado infantil, lo que supone una mayor responsabilidad en la reproducción cotidiana y social (Marín y Palacio, 2016). 3 De acuerdo con el ine (2020), durante el trimestre móvil junio–julio–agosto 2020, la tasa de desocupación en las mujeres alcanzó un 12,1%, creciendo 4,1 puntos porcentuales en los últimos 12 meses.
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