Chile desbordado. Tensiones, resistencias y construcciones colectivas en el siglo XXI

- 192 - Espacios privados bienestar físico y emocional de las personas” (onu mujeres y cepal, 2020: 1) incluyendo en esta dimensión tareas cotidianas de gestión y sostén de la vida, en un amplio conjunto de aspectos que abarcan cuidados en salud, cui- dado del hogar, cuidado de las personas dependientes y las personas que cui- dan o el autocuidado (onu mujeres y cepal, 2020; Batthyány, 2021). En una definición más restrictiva, los cuidados corresponderían a las ac- ciones necesarias que se desarrollan para el bienestar diario de la vida coti- diana, en el caso de personas dependientes, que no pueden realizarlas por sí mismas, ya sea por ciclo vital —niños, niñas, bebés— u otras situaciones que producen dependencia de otros (discapacidad, enfermedad crónica, perso- nas mayores dependientes) (Batthyány, 2021). Existe un diagnóstico más o menos generalizado que indica que “la orga- nización social de los cuidados se ha hecho insostenible y que demanda, de manera urgente, una revisión de las políticas económicas y de protección so- cial” (onu Mujeres y cepal, 2020:8). Las fronteras de lo público y lo privado se desdibujaron en la pandemia covid-19, permitiendo ver esta realidad de manera cruda, alertando a la opinión pública y a quienes desarrollan estos temas. No obstante, ya hace a lo menos una década que se ha multiplicado la literatura que hace referencia a esta crisis de los cuidados (Batthyány, 2021; Gonzalvez, 2021; Arruzza y Bhattacharya, 2020; Fraser, 2015; Ezquerra, 2010; Santamaría, y González, 2010; Setién y Acosta, 2010; Arriagada, 2010; Perez Orozco, 2006; Hernando, 2006, entre muchos otros). A nivel internacional, la constatación de Naciones Unidas acerca de la necesidad de abordar derechos sociales y revisar políticas económicas para corregir las injusticias del modelo, confirma que los cuidados, en tanto una de las dimensiones de la reproducción social, están afectados por factores estructurales y no dependen sólo de cuestiones ligadas a capacidades indivi- duales o familiares. Al contrario, los cuidados se han visto tensionados, en este marco de fra- gilidad que impone el modelo de desarrollo a los sujetos, por transformacio- nes socio-demográficas como el envejecimiento de la población, el aumento de la esperanza de vida; los cambios en el campo sociolaboral —que incluyen el aumento de la participación laboral de las mujeres tradicionalmente con- finadas a los cuidados domésticos—, transformaciones político-económicas relacionadas con la consolidación del modelo neoliberal, en especial las ya mencionadas políticas económicas familistas y la excesiva focalización del gasto social, que sacrifica derechos sociales universales y termina en una au-

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