Chile desbordado. Tensiones, resistencias y construcciones colectivas en el siglo XXI
- 191 - Pamela Soto En los eslabones —interconectados e interdependendientes— de la cadena de sostén de la vida encontramos, en primer lugar, la naturaleza, luego el espa- cio de cuidado, las comunidades, seguidas —más arriba— por el Estado, la pro- ducción capitalista y finalmente, fuera de la cadena de sostén, el sistema finan- ciero. Las autoras señalan que los tres primeros eslabones son los que permi- ten la subsistencia del sistema, no forman parte de la “economía oficial” y de esta forma el modelo de producción capitalista mantiene ocultas las relaciones de depredación de la naturaleza y la explotación en el campo de los cuidados. Dado que las características relacionales y afectivas de las tareas de cui- dado están asociadas a la identidad femenina de manera casi incuestionable, son las mujeres las que cuidan, bajo las reglas de la división sexual del traba- jo, los mandatos de género y la organización desigual de las relaciones sexo- genéricas, afirmadas en el contrato sexual, que plantea Pateman (1995) y que revisamos anteriormente. Con el paso del tiempo, aun cuando se perciben cambios en este orden, se ha observado la inmovilidad de la división sexual del trabajo, la que se encuentra normalizada y justificada por la biología, la naturaleza y la complementariedad de los sexos. El trabajo reproductivo y de cuidados termina relacionándose, todavía hoy, “directamente con el ejerci- cio de la ciudadanía social de las mujeres y sus derechos” (Batthyány, 2020). Al iniciar este artículo se llamaba la atención sobre el tema del trabajo doméstico no remunerado y los cuidados con su crisis, no obstante, no exis- te una definición precisa del concepto de cuidados (Carrasco, 2016) o existen posiciones divergentes, como la desarrollada por Fraser (2018) quien plantea su preferencia por el término reproducción social, ya que considera que es menos reduccionista, mientras el concepto de cuidados exige “que desempa- quemos y expliquemos lo que queremos decir con eso, y […] que no nos limi- temos a ideas sentimentales y naturalizadas de lo que es una familia” (Fraser, 2018), lo que es un desafío al orden establecido. La disputa en la definición de esta noción, se relaciona con conflictos ideológicos, pero también con que es una categoría relativamente reciente y en desarrollo (Carrasco, 2016). En este trabajo consideraremos el trabajo de los cuidados como una parte del trabajo reproductivo, pero también como uno de los eslabones de una crisis más general que vivimos como sociedad bajo el modelo neoliberal. 6. Crisis del trabajo reproductivo, cuidados y la di- mensión social Desde un punto de vista puramente descriptivo, el trabajo de los cuidados hace referencia a “actividades que regeneran diaria y generacionalmente el
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