Chile desbordado. Tensiones, resistencias y construcciones colectivas en el siglo XXI

- 183 - Pamela Soto sería “la forma más confiable y más barata de reproducir la fuerza de traba- jo, y también de reproducir los propios valores e ideología acerca de la fami- lia” (Arruza y Bhattacharya, 2020 :50). Aun cuando pueda reconocerse, para algunas autoras que, avanzado el si- glo xxi, el capitalismo no regula todos los aspectos de la vida y que existen relaciones sociales que, constreñidas por un marco de posibilidad, están in- fluidas por la libre interacción de los sujetos (Arruza y Bhattacharya, 2020) o, que haya, en la actualidad, quienes plantean que existen formas como la comunalidad, con potencialidad en la creación de una sociedad cooperativa que contribuya a la igualdad, resistiendo al capitalismo (Caffentzis y Federi- ci, 2015)., estas formas de libertad de la acción subjetiva o de resistencias ac- tivas contrasistema, pueden mejorar la vida, pero no modificarán en lo sus- tantivo las relaciones sociales capitalistas que deben seguir garantizando la reproducción social requerida por el modelo de desarrollo (Arruza y Bhatta- charya, 2020) para sobrevivir. La tensión vivida por las familias en el marco de las sociedades moder- nas, consecuencia de lo esencial que resulta esta estructura desigual para re- gular aspectos que las exceden, no sólo es observada desde las teorías femi- nistas marxistas o socialistas, sino que aún en la literatura que sostiene una defensa de las sociedades liberales y su teoría, se identifica a la Familia como uno de los problemas más difíciles a enfrentar en sus contradicciones. Por ejemplo, se ha planteado que si se considera el alto valor que tiene la institución en las sociedades liberales contemporáneas, debería considerarse un alto grado de libertad en la elección del tipo de familia que los sujetos quie- ran conformar y, por lo tanto, también en las posiciones relacionales de sus miembros, en términos de jerarquía y poder, pero, en cambio, esta libertad se ve restringida porque la Familia es en los hechos involuntarios y como se ha mencionado, en ella se manifiestan la jerarquía sexual y la negación de la “li- bertad de oportunidades”, mientras, al contrario, ocurren en su interior la vio- lencia y la humillación basada en el sexo (Nussbaum, 2001). Lo planteado por diversas autoras —liberales o marxistas— permite se- ñalar que la injusticia que ocurre en el seno de lo familiar se vincula de una u otra forma a aspectos estructurales, socialmente construidos y no a cues- tiones derivadas de la naturaleza humana como lo han sostenido, de mane- ra más o menos explícita, parte relevante del canon en la teoría social y las disciplinas psi. 11 11 Las denominadas disciplinas psi están constituidas por un discurso y una práctica que las legitima desde la psicología y psiquiatría, con herramientas y conceptos teóricos de una o más ramas de las disciplinas, con preeminen-

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