Chile desbordado. Tensiones, resistencias y construcciones colectivas en el siglo XXI
- 181 - Pamela Soto En definitiva, edad y sistema sexo/género 9 constituyen dos de los prin- cipales ejes de la desigualdad interna en la configuración de la Familia mo- derna. Bajo los órdenes patriarcales y adultocéntricos, se identifica una ideo- logía idealizada de las relaciones familiares (Barret y Mckintosh, 1995) que tiene dentro de sus pilares fundamentales la noción de Familia nuclear, he- terosexual y legitimada a través del matrimonio. 10 Estos ejes de desigualdad, permiten pensar en la Familia como una institución altamente jerárquica, sobre la que se ha montado un sistema de significados que naturaliza todas las dimensiones de la Familia tradicional (Dielsing, 1995), manifestando una particular expresión del sistema sexo/género, que va a dar sentido y valor al deseo, las relaciones sociales, afectivas y la reproducción, reproduciendo las desigualdades a través del impacto en el desarrollo de las subjetividades. Para finalizar, y reduciendo la complejidad de lo que ha quedado esbo- zado hasta acá, específicamente en lo referido a los ejes de la desigualdad, en primer lugar, la familia moderna se ha desarrollado en un marco simbó- lico amplio, bajo un orden patriarcal que organiza íntimamente la construc- ción social, legitimada y naturalizada, del sistema sexo genérico (Soto, 2021) y, en segundo lugar, obedece a (y reproduce) un orden social adultocéntrico, relacionado con los imaginarios en torno a lo adulto, lo juvenil y lo infantil (Duarte, 2013 en Soto, 2021). Este orden que se autorreproduce, requiere la vigilancia del orden familiar, otorgándole un estatus social a la madre y con- trolando a hijos e hijas (Pateman, 1990) a través del confinamiento de la mu- jer, niños y niñas, en la privacidad del espacio configurado para la vida fa- miliar, con la finalidad de contar con los recursos necesarios para sostener el modelo de desarrollo capitalista en sus distintas versiones, como lo vere- mos a continuación. 3. Familia nuclear, producción y reproducción so- cial A mediados del siglo xx, la sociología funcionalista, particularmente Talcott Parsons (1949, 1951, 1955), instaló en la teoría social la noción de familia nu- clear aislada como institución central para las sociedades modernas, siempre 9 El sistema sexo/género corresponde a “los conjuntos de prácticas, símbolos, representaciones, normas y valo- res sociales que las sociedades elaboran a partir de la diferencia sexual anátomo-fisiológica y que dan sentido a la sa- tisfacción de los impulsos sexuales, a la reproducción de la especie humana y en general al relacionamiento entre las personas” (De Barbieri, 1993:149-150). 10 El concepto de Familia hegemónica ha naturalizado una organización nuclear, heterosexual, de reproducción biogenética, biparental (presencia de padre y la madre), neolocal, de cohabitación y con una división sexual del trabajo. Schneider (1980) va a plantear que el modelo occidental de parentesco se basa en una conceptualización particular de la relación de lo biológico y lo social en la que el vínculo conyugal entre esposos y su unión sexual aparece como ele- mento normativo y legitimador de la relación filial con los hijos/as, creando un modelo de parentesco que se centra en la sexualidad/procreación y un tipo de familia, nuclear, monógama, heterosexual, biocentrica, y, por lo tanto, “natural”.
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