Chile desbordado. Tensiones, resistencias y construcciones colectivas en el siglo XXI

- 156 - Experiencias de conflicto Mientras esas mujeres necesitan trabajar para sobrevivir, e incluso dejan familias en sus países de origen para buscar oportunidades de trabajo, otras, de mejor posición socioeconómica, deciden trabajar medio día para conser- var momentos de ocio individual y con sus hijos/as. Así, como en otras di- mensiones de la vida social, la construcción biográfica de los individuos no ocurre en un contexto social neutro (Yopo, 2013: 5), sino en un espacio situa- do y condicionado por múltiples circunstancias: el género, pero también la condición socioeconómica, la etnia, el origen y otros factores. En vista de los relatos de las mujeres entrevistadas, la desigualdad de recursos se superpo- ne íntimamente con las desigualdades de género. Los hallazgos nos muestran mayoritariamente trayectorias laborales frá- giles, cargadas de abusos, injusticias y malas condiciones. Sólo aquellas mu- jeres entrevistadas que han tenido el privilegio de hacer una carrera profe- sional y tener los recursos para formarse, han logrado trayectorias laborales estables e incluso exitosas. Desde luego, esto último debe contextualizarse, ya que la profesión o el dinero tampoco son una garantía de equidad de género, menos aún entre las mujeres entrevistadas que ocupan posiciones de autoridad en sus empresas. Tal como señala Miranda Cúneo (2019), en Chile, pese a los progresos de los últimos años, sigue existiendo una enorme desigualdad de género en cargos de alta dirección empresarial. En 2018 sólo el 9,2% de los ejecutivos eran mu- jeres, lo que evidencia los sesgos de género del mercado laboral. Así pues, in- cluso las mujeres madres “exitosas” en términos laborales están atravesadas por la discriminación machista y sus obstáculos asociados, algo habitual en los países latinoamericanos (Orejuela et al., 2019). 2.1.1. La “desmesura” del trabajo asalariado Dicho esto, como regla general, todas las mujeres entrevistadas, independien- temente de su posición socioeconómica, viven los trabajos como un duro de- safío. En ese sentido, los relatos del presente trabajo validan lo planteado por Araujo y Martuccelli (2012): “la prueba laboral se caracteriza por enfrentar a los individuos a una experiencia constante de desmesura”, en que la “sobre- exigencia y la presión aparecen como un incesante empuje a la acción y son vividas, con mucha frecuencia, como una transgresión a los límites propios” (p. 17). Así es como la exigencia desmesurada del trabajo remunerado puede afec- tar la salud física y mental de las mujeres, además de colmar todos los espa- cios de la vida y muchas veces transgredir los propios límites emocionales, éti-

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