Chile desbordado. Tensiones, resistencias y construcciones colectivas en el siglo XXI
- 155 - Magdalena Guerrero especialmente la chilena, lo que implica ventajas para unos/as y desventajas para otros/as (pnud, 2018). El levantamiento de información se realizó en tres fases: a) entrevistas en profundidad, b) observación participante en sus trabajos, sus trayectos del trabajo a la casa o de la casa al trabajo y en sus casas c) taller on line de de- volución de resultados y diálogo, permitiendo reflexionar conjuntamente so- bre las interpretaciones y hallazgos alcanzados. En esta última instancia, tal como plantean Blásquez et al. (2017), se desarrolló un proceso de diálogo y concienciación 9 mutuo, favoreciendo una aproximación colaborativa y dia- lógica de conocimiento. 2. Espacios vitales en la experiencia del conflicto trabajo/familia desde un enfoque interseccional Desde las voces de las propias mujeres que participan en las distintas etapas de la investigación, surgen cuatro dimensiones claves que conforman expe- riencias en torno al conflicto trabajo/familia. Nos referimos a: a) las condiciones, valoraciones y trayectorias diversas del espacio laboral asalariado; b) las experiencias en el trabajo doméstico y de cuidados; c) los distintos saberes, discursos y realidades en torno a “ser mujer” y “ser madre”; y d) las diversas concepciones, valoraciones y usos del tiempo y el espacio propio. A continuación, se presentan algunos hallazgos en relación a estos cuatro espacios vitales de la experiencia desde un abordaje interseccional, lo que nos permitirá reflexionar y presentar una discusión en torno a la compleji- dad del conflicto que enfrentan las madres trabajadoras en la búsqueda de conciliar el trabajo asalariado y el doméstico. 2.1. La experiencia del trabajo remunerado La flexibilidad laboral, las brechas de género, tanto en el acceso al trabajo como en los sueldos, la dura competencia, la precariedad y la discontinuidad laboral, marcan esta dimensión de la vida en las mujeres en situación de vul- nerabilidad (discapacidad, pobreza, condición de migrantes), algo que fue re- saltado por la literatura (Stecher et al., 2010) y profundizado durante la pan- demia (Feregrino Basurto, 2021). 9 La búsqueda de la conciencia se convierte en una forma de práctica política, siendo la concienciación, la for- ma de saber de las teorías feministas. Es un proceso que crea unión y una forma distinta de conocimiento; un conoci- miento colectivo basado en conmover y en dejarse conmover, en cambiar y ser cambiadas. A través de la conciencia- ción, las mujeres comprenden la realidad colectiva de su condición desde dentro de la perspectiva de esa experiencia, no desde fuera (McKinnon, 1995).
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