Chile desbordado. Tensiones, resistencias y construcciones colectivas en el siglo XXI
- 154 - Experiencias de conflicto • que trabajen remuneradamente fuera del hogar al menos media jor- nada (22 horas semanales). Al mismo tiempo, se buscó representar en la muestra la diversidad de con- textos familiares en que se desenvuelven las mujeres madres trabajadoras asalariadas (familias monoparentales, biparentales y extendidas), 3 ya que, tal como evidencia la literatura (Alcañiz, 2013; Armijo, 2016; Tobío, 2005; 2002), las redes y apoyos familiares son fundamentales para explicar tanto las es- trategias como los soportes asociados a la articulación trabajo/familia. Ahora bien, considerando nuestro foco de análisis interseccional y el consenso de que el género, la clase social y la raza/etnicidad son las clasifi- caciones sociales con mayor peso en la estructura de las relaciones sociales contemporáneas (Davis, 2006 en Magliano, 2015), las dimensiones o catego- rías de desigualdad que la presente investigación consideró fueron: a) géne- ro 4 , b) etnia (principalmente, mapuche), 5 c) nacionalidad/origen (chilenas, inmigrantes afrodescendientes y no afrodescendientes) 6 , clase o posición so- cial (sectores empresarial y medio, obrero y marginal) 7 y d) condición de dis- capacidad (física). 8 Así también, considerando el debate no resuelto respecto a si las teorías de la interseccionalidad deben atender únicamente a los sujetos “marginali- zados” o si, por el contrario, deben incluir también a posiciones privilegia- das (Montenegro, 2014), nuestra investigación consideró a mujeres de toda clase social, incluidas las mujeres de alta posición. Dicho esto, se incluyeron doce casos de mujeres agrupadas en posiciones sociales: sector empresarial y medio (cuatro casos), obrero (cuatro casos) y marginal (cuatro casos). La decisión de ordenar los casos a partir de la posición social se debe a la extre- ma desigualdad estructural de nuestras sociedades latinoamericanas y muy 3 El contexto familiar en que viven estas madres trabajadoras asalariadas dependió de los casos a los que pu- dimos tener acceso. No obstante, en el total de los casos se aseguró contar con realidades familiares tanto monopa- rental, biparental como de familias extendidas. 4 La categoría de género es un criterio para abordar en términos de normas sociales, experiencias, culpas y car- gas que viven las mujeres, sin ser abordada como categoría comparativa, ya que sólo participaron mujeres. 5 Se consideró mujeres de pueblo indígena mapuche ya que la población mapuche representa un 83,8% del 9% de población perteneciente a grupos originarios en nuestro país, además de que un 31% de las mujeres mapu- ches residen en la Región Metropolitana, seguidas por un 19% en la región de la Araucanía y un 13% en la de Los La- gos (CASEN, 2015). 6 Se consideró mujeres inmigrantes que habitan en Chile hace por lo menos 3 años, a fin de que ya estén in- sertas en una lógica laboral, redes sociales y tengan algún conocimiento de los apoyos estatales en términos de con- ciliación trabajo/familia. 7 Los criterios que determinaron la clase o posición social, se basan en la tipología propuesta por León y Mar- tínez (2001), quienes sugieren cuatro posiciones sociales según ocupación (Arteaga et al. 2016): sector empresarial (considera a quienes posean empresas, empleadores, puestos directivos y gerencias), sector medio (considera trabaja- dores por cuenta propia en cualquier rubro, profesionales y técnicos), sector obrero (trabajador u obrero en cualquier rubro, artesanos, jornaleros, personal de servicio del sector público y privado) y sector marginal (considera trabajado- res informales principalmente del sector comercio y servicio doméstico). 8 Se decide no incluir mujeres con discapacidades de tipo psíquicas y/o cognitivas por la dificultad que repre- senta para la investigación generar un diálogo productivo y profundo respecto de sus experiencias.
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