Chile desbordado. Tensiones, resistencias y construcciones colectivas en el siglo XXI
- 133 - Hugo Sir Así, las características que se asociaban a un defecto moral, a un daño o disfunción cerebral e, incluso, a una falta de neurotransmisores ligados a la motivación y la recompensa, podrán ser redefinidos, nuevamente como pro- blemas de adaptación, pero esta vez relativos a ciertas exigencias que, a tra- vés del correlato genético, se pierden hasta llegar a especulaciones sobre las formas atencionales de tribus de cazadores-recolectores (CP154, 2017). 12 En efecto, el cambio que se opera a una velocidad exuberante desde fines de la primera década del 2000 es que el tdah aparece científicamente como síntoma no únicamente de un malestar de algunos individuos, sino más bien de un modo cerebral. La atención trastornada permite de esa forma aden- trarse en un funcionamiento profundo. Hemos indicado que la atención apa- recía en el lenguaje cibernético-sistémico de la neurociencia contemporánea como circuito, ritmo, que daba cuenta de un nivel de (in)conciencia cerebral, sin embargo, el tdah al signar justamente una interrupción, un desfase, un glitch entre esa primera circulación y su cobertura, su control por las redes ejecutivas y en último término por el lenguaje como máxima expresión de la objetivación de la conciencia, entrega las llaves del territorio, del continente que hasta acá solo se había atisbado. El punto central en esta perspectiva que traspasa el problema de la falta y el déficit es que el tdah atestigua otro mecanismo de producción de imá- genes mentales, de deseos, incluso de ideas que no pasan por el control cons- ciente, de ahí también la creatividad atribuida al diagnóstico. Es decir, que el tdah implique una desadherencia al mecanismo esperado entre la per- cepción, la conciencia y el comportamiento, posibilita la concepción, con- ceptualización, visualización e intervención de un modo de funcionamien- to cerebral, en apariencia más constante, más profundo y menos investigado. Así, la idea de su carácter anterior y más primitivo no es únicamente re- mitido al pasado y a ciertos individuos, sino que aparece como un continen- te a explorar en todo cerebro Homo sapiens . Literalmente, sería al cerebro lo que la materia obscura (o negra, como dice un entrevistado) es al universo y, por ello, puede incluso desplazar para el campo neuropsiquiátrico la impor- tancia de los marcadores genéticos [los] marcadores genéticos son interesantes, pero a nosotros nos inte- resa más encontrar un marcador de actividad cerebral, eso es lo que más nos interesa, porque lo que queremos en el fondo es saber qué 12 Esta hipótesis, denominada hunter, del tdah y el modo en que da cuenta de los cruces entre neuropsiquia- tría y exigencias organizacionales y económicas, será objeto de una próxima publicación.
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