Chile desbordado. Tensiones, resistencias y construcciones colectivas en el siglo XXI
- 126 - La (des)obediencia El problema así, aun cuando se asuma de facto la hipótesis neural y ge- nética, no es del orden de la incapacidad, sino del error por lo apresurado de sus decisiones. Esto implica incluso, en un estudio experimental (CP19, 2000), considerar que una mejoría en los errores cometidos significa una mejoría en el cuadro clínico. Tal asociación, sin embargo, no es pura importación de una relación causal, sino que está emparentada con la teoría neurocientífica del autocontrol con la que se había abierto la década de 1990. El tema del autocontrol —se decía en 1990— se relaciona con la determi- nación de conductas orientadas hacia metas futuras. Los sujetos con alto ni- vel de autocontrol son capaces de superar la tentación de caer en gratifica- ciones inmediatas y, por ende, de persistir en esfuerzos de progresos, lo que implica recompensas tardías en el tiempo (CP98, 1990: 145) Allí, se asociaba el autocontrol al lenguaje, pero a la vez el lenguaje, se mos- traba en otro artículo, dependía ya de la atención que pasaba por redes neuro- nales y circuitos distribuidos permitiendo un funcionamiento de conjunto, con la respectiva posibilidad de vincular conductas con un exterior (CP87, 1987). Es esto lo que late, es decir, lo que está latente en las aproximaciones que se hacen al diagnóstico. En este sentido, responde a problemas, se inserta en un campo de preguntas, acompaña y posibilita un desplazamiento epistémico importante que aún hoy no somos capaces de considerar a cabalidad. Este lugar que viene a nombrar el déficit atencional, es resumido de la siguiente manera: Se ha propuesto que el sdah se debe principalmente a una incapaci- dad para asociar una determinada conducta con sus consecuencias, lo que llevaría a dos grandes dé cits en el control de la conducta: una al- teración en los mecanismos de refuerzo en el aprendizaje, y un dé cit en la extinción de conductas previamente reforzadas […]. Esto expli- caría los aspectos de impulsividad e inatención, debido a la preferen- cia de refuerzos inmediatos sobre los refuerzos tardíos, aunque los úl- timos sean mayores. Otra interpretación, no excluyente, es que exis- te un dé cit cortical en el control inhibitorio de los estímulos […], que podría explicar tanto los dé cits cognitivos como la conducta impulsi- va que se observa en sdah 8 (CP45, 2005: 12) Esta explicación biológica al extraño problema de un mal rendimiento por problemas morales, conecta rápidamente en la discusión nacional con 8 Es común en la época encontrar en las publicaciones locales la denominación de “Síndrome” en lugar de “Trastorno”
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