Chile desbordado. Tensiones, resistencias y construcciones colectivas en el siglo XXI

- 123 - Hugo Sir De cierta forma, esto hace eco con la escasa presencia de artículos referidos específicamente al diagnóstico al inicio de la década. No obstante, es tam- bién durante estos años que comienzan a desarrollarse instancias científi- cas vinculadas a la neuropsiquiatría infanto-juvenil, específicamente refe- ridas al tdah. En efecto, los primeros artículos datan de los años 1993 y 1994, en sincro- nía con el primer congreso de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Ado- lescencia dedicado a la materia en el año 1993 (Rojas et al., 2018). Esta ma- nera en que el diagnóstico hace aparición ha sido considerada desde la ima- gen de importación acrítica. Ahora bien, ¿respecto de qué tipo de problemas es que el diagnóstico tendría esta recepción acrítica? Y ¿cuáles son las con- diciones de éste que le permiten allí ingresar? Luego, ¿cómo eso incide e in- cidirá en el uso diagnóstico para el caso adulto? Hacia fines de la década y comienzos de la siguiente, varios procesos mo- dificarán el lugar científico y social del tdah. Por una parte, se creará en 1998, la Asociación Nacional de Padres y Amigos de Niños con Déficit Aten- cional (anpanda), que incidirá en las modificaciones reglamentarias de las escuelas chilenas, teniendo por uno de sus resultados la construcción e im- plementación de programas para la inclusión de estudiantes con dificulta- des de aprendizaje y otros diagnósticos, incluido el tdah (Rojas et al., 2018). A la vez, debido a las condiciones de financiamiento y precarización de las escuelas, esto hará aumentar exponencialmente el propio diagnóstico (Cla- ro, 2015; Cova et al., 2017; Reyes et al., 2019; Sir et al., 2019), lo que durante la primera década del 2000 hace crecer las críticas que ya se venían acumulan- do por el uso ad-hoc del diagnóstico como modo de disciplinamiento o con- trol social (Abarzúa y González, 2007; Leavy, 2013). Ahora bien, es posible constatar otro elemento generalmente ausente de las aproximaciones nacionales al tdah. A fines de la década de 1990 se or- ganiza un equipo de investigación que, uniendo neurociencia, psiquiatría y genética, se plantea específicamente lo opuesto de una recepción pasiva del diagnóstico, poniéndolo en relación con líneas de investigación que le pre- existen y exceden, al tiempo que pretenden incidir en el uso clínico de éste. A pesar de su escasa aparición como tal en las revistas especializadas, el diagnóstico frecuentemente denominado en esa época como Síndrome de Déficit de Atención (SDA), 7 ya aparecía como la principal causa de consulta en menores de 20 años en un estudio publicado en 2003 con datos de 1993- 7 Desplazando la referencia a la Hiperactividad, aun cuando se asume que es heredero directo del Síndrome Hiperkinético (cp119, 2006).

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