Chile desbordado. Tensiones, resistencias y construcciones colectivas en el siglo XXI
- 118 - La (des)obediencia definitiva de algún tipo de daño cerebral que explique las fallas en el cumpli- miento de tareas, sino que lo que aparece persistentemente como problemáti- co es que las y los niños pueden tener buenos resultados en obligaciones que exigen una capacidad intelectual “normal”, pero si quieren, si desean hacerlo (Douglas, 1972: 267), es decir, si están debidamente motivados. Por otra parte, esto tiene como una de sus consecuencias que, generalmente, los errores que los menores presentan en diversos test puedan ser descritos más bien como un problema con el proceso de toma de decisiones, debido a la impulsividad ca- racterística (Douglas, 1972: 268). Acá sería posible ver cómo emerge un problema particular o más bien cómo florece en diversas direcciones. El problema de “si ellos quieren” es la clave para describir una neuroquímica del interés y la motivación que es, exactamente, lo que está en juego en posteriores descripciones del tdah. A su vez, esto comporta un corolario pocas veces comentado: un cerebro con- siderado normal es aquel habilitado para enlazarse de manera apropiada con lo que le sea propuesto, es decir, con lo que debe y no solo con lo que quiere. Así, el problema de la atención sería el de la motivación adecuada que tiende a mostrarse más eficaz que la obediencia a una orden frente a las exigencias escolares y productivas, es decir, organizacionales que se despliegan desde la década de 1970. 3. Motivar y aquietar El problema psicológico y moral de la conducta y obediencia de las/os niños, se reelabora sistemáticamente como un problema de funcionamiento cere- bral de la atención. Por cierto, el problema atencional estaba involucrado an- teriormente en el tratamiento moral, a la vez que la búsqueda de bases cere- brales de la conducta tenía larga data. No obstante, es a través de determina- do establecimiento de hipótesis neuroquímicas sobre el cerebro, asociadas a descripciones conductuales, que se invierten las relevancias y, entonces, la dimensión atencional aparece como una clave para comprender el compor- tamiento. El problema no era tanto que aquellas niñas/os no pudieran pres- tar atención de modo general, sino que no podían hacerlo respecto de aque- llo que debían hacerlo (o como se suele plantear, solo lo hacían respecto de aquello que les interesaba). Es, en ese sentido, una respuesta neurobiológica al problema de la obe- diencia. Si la clásica orden disciplinaria se mostraba insuficiente, enton- ces una comprensión detallada del funcionamiento atencional era necesa- ria para permitir que, a través de la intervención molecular de los estimulan-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=