Kinan'nm: gastronomía haitiana en el paisaje alimentario de la Región Metropolitana

24 abusivos (Aguirre, 2017; Rodríguez y Gissi, 2021), en barrios donde existe gran inseguridad y poco relacionamiento entre los vecinos (Rojas, Amode, Vásquez: 2017). A esto se suman las barreras institucionales, en lo que respecta a la posibilidad de regularizar su condición migratoria, por ejemplo, frente a la dificultad de sacar el certificado de antecedentes penales haitiano (SJM, 2021; Orrego, 2022); las barreras educacio- nales, debido a la dificultad de homologar títulos y certifica- dos de estudios; y la barrera climática, en tanto son sujetos vulnerables a enfermedades respiratorias frente a las bajas temperaturas (RIDH, 2021:10). Conviene señalar que la migración haitiana hacia Chile ha experimentado ciertos cambios en los últimos años. El año 2019 se registró por primera vez un saldo migratorio negati- vo, es decir, fue mayor la cantidad de personas haitianas que salieron de Chile respecto de quienes entraron -incluso sin considerar a quienes salieron por pasos irregulares-, lo que se relaciona en primera instancia con políticas migratorias restrictivas, como la exigencia de visa de turismo instaurada por el gobierno de Sebastián Piñera el año 2018 (Madriaga, 2019; SJM, 2021). Además, la línea aérea LAW que trans- portaba a la mayoría de los haitianos al país, dejó de operar ese año (RIDH, 2021). La dificultad para regularizar la situación migratoria condu- ce a una falta de oportunidades en tanto determina el acceso a trabajos y viviendas formales, entre otras cosas, situación que ha desencadenado para muchos una reevaluación del proyecto migratorio (SJM, 2021). A esto se suman los efec- tos del estallido social ocurrido en Chile durante el año 2019 y la posterior pandemia de COVID-19 que ha complicado aun más el escenario para las personas migrantes, debilitan- do el proyecto migratorio y las expectativas respecto a Chile como país de destino (SJM, 2021; Rodríguez y Gissi, 2021).

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