Kinan'nm: gastronomía haitiana en el paisaje alimentario de la Región Metropolitana

117 El amor por la cocina lo aprendió de su tía, quien tenía un restaurante en Haití y que le enseñó, desde pequeño, los dis- tintos platos tradicionales haitianos. Más adelante estudió formalmente gastronomía haitiana. En Haití trabajó en dis- tintos restaurantes, llegando en 2016 a estar a cargo de uno. Adicionalmente se dedicó a hacer la parte gastronómica de eventos como bodas y cumpleaños. Al llegar a Chile se empleó en restaurantes chilenos, de co- pero y de ayudante de cocina, pero los abandonó al poco tiempo por los bajos sueldos. Luego, Passcal trabajó en la panadería San Camilo, y actualmente lo hace en una libre- ría. Mientras trabajaba en la panadería retomó el catering que realizaba en Haití, ofreciendo sus servicios a la comu- nidad haitiana; sin embargo, este trabajo es esporádico, una suerte de extra a sus ingresos estables. Asimismo, comenzó a cocinar y vender comida los fines de semana. En su propia casa o en la de su primo, prepara comida a amigos y fami- liares. Asisten a estas cenas personas de distintas nacionalidades (colombiana, venezolana, cubana, chilena y haitiana), los que disfrutan platos tradicionales de la cocina haitiana. Sus pre- paraciones estrella son el bouillon y griot (cerdo frito sazona- do con cebolletas y pimientos en salsa de naranja amarga), acompañados de ensalada, plátano frito y pikliz . El griot , comenta Passcal, se hace a la usanza tradicional, “nosotros no cambiamos nada, típico de allá, con las mismas bases de preparación, la comida normal, con harto sabor y también un poquito picante […] nosotros siempre le echamos un poco de ají”. Por lo general los platos haitianos van acompañados de un jugo de fruta natural. “Yo veo que la gente acá se come la fru- ta, nosotros también, pero hacemos más jugos con la fruta”,