Kinan'nm: gastronomía haitiana en el paisaje alimentario de la Región Metropolitana

101 Según los relatos recogidos, en Haití tanto hombres como mujeres aprenden a cocinar a partir de alguna figura feme- nina familiar (madre, tía, abuela) mediante la observación e instrucción directa en el espacio comunitario de la cocina. “Yo aprendí allá. Desde chico me enseñaron a cocinar todo. Primero a hacer un café, un té, que es lo básico. Y después a cocinar, desde lo liviano hasta lo más complejo. Me enseñó mi abuela, mis tías y mi mamá”, comenta Dad Thelemaque. En la misma línea, Passcal explica que “todos los hombres en Haití saben cocinar, saben hacer algo. Porque las mamás te enseñan que tienes que cocinar y limpiar”. Todos los y las entrevistadas coinciden en este punto, aunque por el tema de este libro podría pensarse en cierto sesgo. Probablemente lo anterior se deba también a algunos ras- gos propios de la cultura alimentaria haitiana, marcada por procesos elaborados, preparaciones abundantes y una coci- na colectiva. Al comparar la cocina haitiana con la chilena, muchos entrevistados concuerdan que aquella demora más y

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