Desde los territorios: repensar un proyecto país
84 – desde los territorio s . repensar un proyecto de país de las Artes, retomándose con este hecho las políticas elitistas de cultura, en la cual la participación selectiva y cerrada es apoyada por el poder central y los sectores más conservadores de la población. De cualquier forma, las prácticas culturales ya se habían expandido e instalado en la ciudad, multipli- cándose, entre el año 2005 y 2019, la cantidad de organizaciones culturales, agrupaciones de músicos, de artesanos, de gestores patrimoniales territoriales, de muralistas, de actores, de escritores, y de folcloristas con personalidad jurídica en la ciudad (Ilustre Municipalidad de Valparaíso, 2020, p.49). El contexto se vuelve, por tanto, propicio para que nazcan continuamente nuevas agrupaciones juveniles, que crean cul- tura desde sus sensibilidades y subjetividades, en torno -entre otras cosas- a bailes carnavalescos callejeros o prácticas artísticas territoriales carnavalescas (PATC) 7 . Esto último ha tenido expresión en el auge del Carnaval Mil Tambores, el cual se realiza, desde el año 1999, durante tres días al inicio de la primavera 8 . Esta instancia se constituyó como la primera práctica social callejera subalterna y autónoma creada desde las organizaciones de la sociedad civil en la ciudad, planteándose, mayoritariamente, desde una posición opositora al sistema imperante, así como al Estado y a sus instituciones. Estas prácticas han tenido, además, un gran impacto en las juventudes porteñas, abriendo espacios inéditos de participación y promoviendo, la consolidación de prácticas culturales masivas, abiertas y alegres, capaces de resistir a los embates de la represión y estigmatización de la que son objeto los jóvenes por parte de los actores hegemónicos de la sociedad y de sus lógicas adultocéntricas. En este fenómeno se manifiesta la tensión entre el uso extensivo del espacio público –leído como lugar común, espacio de circulación colectiva y horizontal- y las lógicas dominantes que administran y regulan el uso del espacio urbano, para las cuales solo las prácticas que no representan riesgo para el orden social pueden ser permitidas. En Chile, por Decreto Supremo del año 1828 -instruido por el gobernador del Marcó del Pont- fueron prohibidos los carnavales. La nueva burguesía ascendente y hegemónica se oponía radicalmente a estas fiestas populares, estigmatizadas al ser asociadas al vandalismo y al libertinaje del “bajo pueblo”. Esta matriz de pensamiento se ha mantenido en el tiempo, reticente y adversa a las cul- turas y prácticas subalternas de las fiestas callejeras, como también a los rituales y celebraciones propias del sincretismo religioso. El carnaval representa -en alguna medida- desorden social, caos, en tanto fiesta popular de disfraces, máscaras y bailes iberoamericanos callejeros y, por esto, es un desafío hacia el poder establecido y hacia las prácticas culturales y de uso de espacios públicos tradicionales. Por otra parte, continuando con el ejercicio de dar cuenta del campo cultural y sus recientes mutacio- nes, vale tomar nota de la investigación realizada por Botto (2018) sobre la evolución de festivales y eventos culturales en la comuna. En este estudio se verifica la evolución de las prácticas artísticas culturales entre los años 1985 y 2014. En el año 2014 se realizaron 43 festivales y/o eventos en la ciudad de Valparaíso. De estos, el 79% de los comenzaron a ser organizados después de la declaratoria de Patrimonio de la Huma- nidad y capital cultural, tomando el año 2003 como punto de referencia. Respecto al acceso a los eventos, el 82% son con entrada gratuita, el 79%de los eventos son en formato de festivales, las otras categorías son ciclos, encuentros, muestras y ferias. Consultados sobre la finalidad del evento y/o festival, el 61% declaró que era buscar potenciar el desarrollo de la disciplina artística, el 24% generar un espacio de reflexión ante determinada temática y solo un 9% declara que su fin es la cohesión social. Ahora bien, no existen estudios que permitan cuantificar el impacto que el sector cultura ha tenido en la economía local. Sin embargo, durante los últimos veinte años ha existido un aumento progresivo en la programación, creación, formación, producción y mediación cultural, y han sido implementadas, desde distintas instituciones, disciplinas y agrupaciones. Esta dinámica se traduce en un aumento de 7 Como se aborda en la investigación doctoral en fase final denominada “Juventudes chilenas, el caso de Valparaíso, prácticas artísticas – territoriales carnavalescas en este siglo XXI, tensiones entre el reconocimiento y el menosprecio social”. Claudia Ulloa, Universidad Alberto Hurtado. 8 En el año 2019 fue su versión número veinte, la cual se realizó entre los días 4 y 6 de octubre, culminando solo doce días antes del estallido social.
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