Desde los territorios: repensar un proyecto país
52 – desde los territorio s . repensar un proyecto de país mismo tiempo, estos resultados manifiestan la necesidad de superar una estrategia de desarrollo local para la Región de Antofagasta basada exclusivamente en los encadenamientos productivos hacia atrás (oferta), tal y como se planteó en el pasado. Dado que estos han tendido a disminuir sistemáticamente durante el periodo del superciclo y, aunque siguen siendo relevantes para promover el crecimiento, no son suficientes para la sustentabilidad de la economía regional la cual radica en la posición que ésta ocupe en la red de producción de la minería y en la medida en que dicha posición permita potenciar externalidades tecnológicas a través del mercado de trabajo y la creación y transferencia de conocimiento, aspectos que pasamos a analizar a continuación. 4.2. Conmutación a larga distancia y división espacial del trabajo El trabajo, debido a su menor movilidad en comparación con el capital, ha sido considerado tradicionalmente con uno de los activos locales básicos a partir del cual las regiones pueden fundamentar su desarrollo (Coe et al., 2008b). En regiones con una alta presencia de inversión extranjera directa, el arraigo del factor trabajo al territorio y sus lugares lo convierte, en principio, en uno de los principales agentes para promover el cambio. En el caso de la minería, sin embargo, la evolución reciente en la forma de organización de la producción cuestiona el carácter casi fijo de los trabajadores y limita su papel como agentes locales ya sea directamente o a través de sus organizaciones sociales. Desde los años cincuenta del siglo XX, la actividad minera ha hecho un uso creciente de los sistemas de “fly-in fly-out” que facilitan la conmutación a larga distancia desde otras regiones gracias al cambio tecnológico y a unmarco institucional que permite el trabajo por turnos (Storey, 2001). De esta forma, una parte significativa de los trabajadores deciden no residir en la región donde se extrae el mineral, repitiendo el proceso de externalización y outsourcing hacia otros territorios ya observado en las relaciones productivas, pero ahora con un factor que se consideraba esencialmente local. La conmutación de larga distancia tiene efectos económicos negativos para las regiones que reciben a estos trabajadores, ya que la mayoría de sus salarios se gastan en sus lugares de residencia y no donde trabajan. Esto supone la pérdida de efectos multiplicadores indirectos del consumo en los ingresos, el empleo y la diversificación productiva (Aroca y Atienza, 2008, 2011). Además, esta práctica reduce la densidad del mercado de trabajo local y la interacción de una parte significativa de los trabajadores con el resto del tejido productivo. Al mismo tiempo, y quizá más importante, la conmutación de larga distancia reduce la vinculación de los trabajadores que conmutan con el territorio de trabajo y desactiva su función de agentes de desarrollo local. El caso de la Región de Antofagasta resulta paradigmático para el análisis de la conmutación a larga distancia y sus efectos en el desarrollo. Históricamente, esta región se caracterizó por la existencia de “company towns” donde los trabajadores vivían en ciudades de pequeño tamaño construidas por las pro- pias empresas mineras. Esta fue la forma de organización del espacio y la producción dominante durante el auge del salitre, lo que dio lugar a los primeros movimientos obreros de Chile. Con la crisis del salitre, se comenzó a abandonar este modelo y, en estos momentos, solo persiste una “company town”, María Elena. El paso progresivo a un modelo de conmutación a larga distancia, acelerado durante el periodo de las grandes inversiones mineras de los años noventa del siglo XX, tuvo, entre otras causas, los altos costos fijos de construcción de las “company towns”, la escasez de oferta de trabajadores en las regiones mineras y la menor organización y actividad sindical que favorece este tipo de sistema de trabajo. Según la información que se desprende de la CASENde 2009, más del 12%de los trabajadores ocupa- dos en la Región de Antofagasta proviene de otras regiones del país, el porcentaje más alto dentro de Chile, cuyo promedio es menor al 3%. Destacan las marcadas diferencias existentes entre las distintas comunas de la región. En la comuna de Antofagasta, cerca del 9% de los trabajadores viven en otras regiones, cifra que asciende hasta el 17% en Calama. Destaca el caso de tres comunas donde más del 50% de los trabajadores
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