Desde los territorios: repensar un proyecto país
Introducción – 29 alianzas sociales y políticas con el pueblo más allá de su propia constitución de clase (Zeitlin, 1984). En 1890 hubo huelgas en todo el país impulsadas por las mancomunales del norte minero por trabajo y vida digna. Balmaceda apoyo un entendimiento en ferrocarriles y luego en las minas, pero envía el ejercito a solicitud patronal y estos aprovechan esa presencia para retractarse (Monteón 1982, Ramírez Necochea 2007). Un año después el congreso y lamarina se refugian en Iquique y libran la primera batalla de la guerra civil, reclutando trabajadores para empuñar las armas compradas con empréstitos de North y europeos, ganándola, luego en Concón, Placilla (Parvex, 2020). En el periodo 1938-1947, existe la conformación de dos bloques sociopolíticos que demuestran la capacidad de negociar dándose confianza y un giro industrializador sustitutivo de importaciones para el desarrollo del país, creandoCORFOcomo institución autónoma-técnica del Estado en su apoyo. El Frente Popular (FP) gobernante aprovecha con creatividad coyunturas específicas de emergencia (terremoto, crisis política nacional 1927-1932 económica 1929, II Guerra, apoyo especial de EE.UU . con acuerdo precio del cobre) y retira la ley sindicalización campesina. A esto se suma la adhesión de ingenieros y su Instituto que complementa y legitima la propuesta CORFO ante derecha e industriales. Durante 1964-1973, sobresale en estas experiencias la política autocentrada en su propio desarrollo, primero del gobierno de la Democracia Cristiana, DC, y su propio afianzamiento político, social y cultural nacional. Las reformas no logradas anteriormente por FP (chilenización del cobre, Reforma Agraria) lo afianzaron, así como su concepción comunitaria en un país fuertemente cristiano (Molina, 1972). Sin embargo, pierde las elecciones presidenciales. La amplia transformación del país por la Unidad Popular, iniciada anteriormente, explicita con claridad su mayoría social, pero sin mayoría política negociada al igual de la experiencia anterior, ni propuesta de desarrollo que facilitara un desarrollo negociado con la DC (Moulian, 2005). Se concluye analizando ambos procesos, sin alianzas y proyecto de acuerdo no se sustentan procesos de amplias transformaciones. En 1973-1990 durante la dictadura se consagra en 1987, cuando la oposición cambia de dirección, el acuerdo de las élites para transitar post dictadura con las transformaciones institucionales transversales impuestas (Messner, Scholz 1999, Moulian, 2005). Así, democracia de consenso, pensamiento individual, des perfilamiento política-sociedad, economía concentrada, Estado liberal, Constitución, quedan incorporadas en la institucionalidad política del país y su imaginario neoliberal en 1990. Finalmente, entre 1990-2020 surgen 30 años de crecimiento con sistema de distribución mantenido y malestar al estar bloqueado el cambio estructural por acuerdo de mantener las estructuras instauradas con el resguardo de la Constitución. Sin embargo, esto fue destrabado con el acuerdo institucional para escribir nueva Constitución (2019), mediante constituyentes elegidos (2020). Difíciles reformas anterio- res facilitaron el proceso de cambio en marcha, el fin de senadores resignados y autonombramiento de FF.AA. (2005) y el cambio del sistema binominal de elecciones (2017). Aun así, sin cambio constitucional avances en políticas públicas facilitadoras en 2000-2009 como la construcción de clúster y Comisiones de Desarrollo Regional a través de CORFO, no podían ser institucionalizadas y fueron luego vetadas por Cheyre en 2010 como Director de CORFO en primer gobierno de Piñera. Sobresale rescatar hoy día en el análisis de nuestra trayectoria la centralidad de la política amplia de alianzas para consolidar transformaciones (1938-1947), evitar tenerlas (1891, 1964-1973) y tenerlas como mal menor con quienes borraron esas transformaciones (1987). Gramsci, a continuación, nos invita a expandir la alianza a todo el país, con hegemonía cultural, ética social, insertados en la lectura popular, evitando alzamientos sin correlación de fuerza social, política, cultural. A continuación, se contrasta la disputa del país fascista que construíaMussolini, escrita desde la cárcel por Antonio Gramsci que ya introducimos, relevante para nuestra propia disputa hoy con la constitucio- nalidad creada por Pinochet que ha moldeado el país casi 50 años. El Autor leyó en su idioma sus escritos para su tesis doctoral durante la dictadura y descubrió un pensar muy adecuado para revertir el país que estaba siendo reconstituido desde 1938, como también lo
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