Desde los territorios: repensar un proyecto país

164 – desde los territorio s . repensar un proyecto de país En definitiva, el presupuesto de inversión de la nueva Región deÑuble fue completamente financiado con el presupuesto de la Región del Biobío generando un nuevo ajuste forzado a las disparidades intrarre- gionales detectadas en los años 2011-2013. c) Innovaciones institucionales regionales y los desafíos de desarrollo La Región del Biobío ha desarrollado innovaciones institucionales que apuntan a sus dos principales problemas. Por un lado, se ha trabajado sobre el centralismo intraregional y, por otro, se ha modificado la institucionalidad que estimula la innovación. Ambas iniciativas son interesantes de analizar porque evidencian ciertos patrones a la hora de flexibilizar los rígidos marcos institucionales, lo que resulta una condición básica para alcanzar el desarrollo. Al respecto puede leer de Vázquez Barquero (2005) quien plantea que región o territorio que quiera alcanzar el desarrollo debe contar con cuatro fuerzas, saber: 1. Desarrollo urbano entendiendo que es en las ciudades donde se atraer la inversión intensiva en capital avanzado, 2. Organización flexible de la producción entendiendo que son las nuevas tecnológicas CAD-CAM permitiendo responder rápidamente a los diferentes requerimientos de los clientes exigentes, 3. Difusión de la innovación en el territorio por la vía de diferentes redes socioproductivos, y 4. Flexibilidad institucional entendida como aquella que permite asegurar ciertas confianzas que favorecen los intercambios entre actores. Las dos iniciativas que se presentaran a continuación dicen relación a la flexibilidad institucional que favorece el desarrollo de un marco de operación de descentralizada. 1. Caso 1: Territorios de Planificación: Una corrección interesante al centralismo intraregional la encontramos en el desarrollo de un “arreglo institucional” que la Región implementó desde fines de la década de los noventa. En el contexto de la Estrategia de Desarrollo Regional se optó por identificar nueve Territorios de Planificación que eran agru- paciones de comunas que buscaban facilitar la inversión del Gobierno Regional en el territorio regional (FNDR). Esta innovación surge inspirada en modelos de asociatividad empresas en lo que se conoció como Proyectos de Fomento (PROFO). Se estímulo la asociatividad entre municipalidades, a partir de proyectos comunes y conocimientos de sus cuadros técnicos. Esta iniciativa virtuosa desde la política pública careció de un marco de institu- cionalidad. Su origen fue objetado por los entonces consejeros regionales (en aquella época no elegidos por votación popular) con el argumento que esta organización – que contaba con un gerente, profesional de apoyo y una secretaria – podía ser mal utilizada por el gobierno para cuoteo político. El modelo implica que el sueldo del gerente y personal de apoyo iban a ser pagados con recursos del Gobierno Regional, pero a medida que pasara el tiempo las remuneraciones debían ser pagados con apor- tes de los mismos municipios. Finalmente, cuando se acabó el financiamiento centralizado solo algunos territorios de Planificación se transformaron en asociaciones con vida propia. En este grupo destaca la Asociación deMunicipalidades para el desarrollo económico local (AMDEL), aglutinando a las comunas del Secano Interno de la Región del Biobío al respecto véase el trabajo de Falabella y Gatica (2014) y puede revisarse el link https://www.amdel.cl/. Sin embargo, este modelo de gestión se discontinuó durante el periodo 2010-2014 en parte por una reformulación forzada por el 27F de la Estrategia de Desarrollo Regional. Probablemente si se hubiera mantenido un modelo de operación descentralizado regionalmente la Región del Biobío no se hubiera desmembrado, tal como sucedió en el 2017-2018 con la creación de la nueva Región. Esto, ya que se hubiera resguardado el equilibrio espacial de la inversión pública en los diferentes territorios de planificación, resguardando la dimensión intrarregional.