Desde los territorios: repensar un proyecto país

El mercado del trabajo: un nudo al desarrollo en la región del Biobío – 159 Tabla 3: Oferta y demanda de trabajo en cadenas productivas año 2017 (miles de personas). Sectores Ocupados más cesantes Ocupados/PIB Minería 14,80 6,67 Comercio, restaurantes y hoteles 208,32 0,20 Servicios personales 245,71 0,11 Agropecuario, Silvícola y Pesca 112,26 0,11 Construcción 89,33 0,08 Administración Pública 65,51 0,07 Transporte y telecomunicaciones 66,24 0,06 Industria manufacturera 130,83 0,04 Servicios Financieros y Empresariales 25,34 0,02 Electricidad, gas y agua 15,84 0,01 Servicios de Vivienda e inmobiliarios 4,06 0,00 Total 978,24 Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Instituto Nacional de Estadísticas, ENE año 2017. En la relación ocupados/PIB observamos que los sectores más demandantes de trabajadores son la Minería, Comercio, Servicios Personales y Agropecuario, Silvicultura y Pesca. Por su parte los sectores en que hay más personas trabajando o dispuestas a trabajar son servicios Personales, Comercio, restaurantes y hoteles e Industria manufacturera. Al comparar ambos tipos de datos nos llama la atención la brecha existente en el sector de la Industria manufacturera. La oferta de trabajo posiciona al sector en el tercer lugar, no obstante, la demanda lo ubica en el octavo lugar. Lo anterior evidencia que la manufactura está demandando empleo muy por debajo de la oferta, lo que es una muestra más del importante grado de desindustrialización que sufrido la región en los últimos 40 años. Este proceso se puede ver acelerado con la incorporación de las tecnologías 4.0 profundizando la automatización y la sustitución de trabajadores. Al respecto se prevé un alto impacto en el empleo en países en vías de desarrollo, como es el caso de Chile. Los estudios de la OECD anticipan que tenemos un 30% de la mano de obra está en alto riesgo de ser sustituida y un 20% enmuy alto riesgo de ser remplazada por máquinas (Nedelkoska y Quintini, 2018). Este cambio será más rápido que la revolución tecnológica anterior, debido a que requieren un bajo aporte adicional de capital y ofrecen una alta tasa de rentabilidad asegurando una buena tasa de retorno a la inversión. b) Centralismo nacional e intraregional A manera de elementos conceptuales, identificamos las siguientes causas del actual centralismo en dife- rentes planos: 1. Desconfianza sobre las capacidades de gestión de los equipos territoriales. El déficit de capital humano dificulta la transferencia de competencias, generando mayores costos de transacción. La descentralización implica una pérdida del control direccional. Lo que produce el surgimiento de liderazgos fuertes que, en una política de acuerdos, pueden cambiar el sentido de una política nacional (Migdal, 2011). La desconexión produce una disminución de competencias, aumentando las brechas y las desconfianzas originales, lo que genera un círculo vicioso.

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