Transformar la educación. Entrevistas que muestran caminos
97 TRANSFORMAR LA EDUCACIÓN. ENTREVISTAS QUE MUESTRAN CAMINOS ¿POR QUÉ TRANSFORMAR LA EDUCACIÓN? La transformaci n educativa es una tarea de largo alcance. Las entrevistas realizadas nos dan cuenta de ello, pues evidencian las múltiples dificultades a las que se enfrenta, del sinfín de elementos que hay que tener en cuenta a la hora de implementarla y de la necesidad de iden- tificar factores que explican su éxito o fracaso. En esta breve sección abordaremos elementos comunes de las reflexiones compartidas por las personas entrevistadas, buscando identificar -más allá de las naturales diferencias del foco de cambio priorizado por ellas y del enfoque con el cu l esperan abordarlas- atributos que sean distinguibles y fundamentales en las transformaciones educativas. Un primer aspecto, que pudiera sonar de perogrullo, pero que tiene directas implicancias en el proceso de transformaci n, es que éste se encuentra en un permanente juego de fuerzas con din micas estabilizadoras o conservadoras respecto de lo que ocurre o que ha sucedido hist - ricamente. Esta relaci n permanente entre tradici n y cambio est en el centro del fen meno de nuestro interés. “Regencia insolente”, le llam Dora Barrancos a la relaci n de dominio des- de ciertas perspectivas, grupos o intereses respecto de c mo se dan las cosas . Entendiendo que no necesariamente esas cosas deben ocurrir tal como se define desde las perspectivas dominantes, quienes quieren transformar la educaci n ponen en cuestionamiento no solo al grupo o interés regente, sino al concepto de regencia misma. Un aspecto importante a considerar es que el enfrentamiento con las visiones dominantes no es gratis, ni para quienes toman las banderas de la transformaci n, ni para aquello que se quie- re cambiar. Al estar mediado por paradigmas y también por intereses, hay organismos y per- sonas que están manifiestamente en contra de algunos de los cambios que hemos abordado en estas entrevistas. Grandes movimientos de transformaci n producen reacciones opuestas gigantescas. Por ello, no puede esperarse que cambio profundo avance sin contratiempos. In- cluso, si ello pareciera que ser así, sería algo que habría que mirar con desconfianza. La actualidad est llena de ejemplos que dan cuenta de las repercusiones que generan los esfuerzos de transformaci n. El presente nos muestra que luego de avanzar en profundos procesos de cambio, el péndulo puede ir en direcci n completamente opuesta. Por ello, es relevante considerar que las transformaciones requieren de la definición e implementación de una estrategia. Sin embargo, tanto los movimientos transformadores como conservadores act an, o pueden actuar estratégicamente y algunas de estrategias pueden ser m s limpias o m s sucias. Varias de las entrevistas dan cuenta de que el choque entre estabilidad y cambio en oportunidades se aborda “de frente”, pero en otras se enfrenta por medio de trampas, por ejemplo, las fake news . Dentro de ese contexto, la idea no entrar en teorías conspirativas. Las personas entrevistadas nos invitan a que no pueda reducirse todo a la treta, al enga o. Detr s de la tensi n entre es- tabilidad y cambio hay cosmovisiones, las que son mucho m s complejas y multifactoriales y esto es tal vez lo m s dram tico y complejo para embarcarse en un proceso de transformaci n. ¿C mo podría entenderse, por ejemplo, los retornos cíclicos de machismos o racismos, cuando estos parecieran quedar atr s? Constatamos entonces que existen diferencias de perspectiva, entre grupos o entre paradig- mas. Si es así, ¿por qué hay que hacer cambios? ¿Porque solo interesan a quienes los lideran? Este dilema es interesante, porque nos obliga a mirar a quien tenemos en frente. Saville Kus- hner entrega una clave interesante para responder esta pregunta. Hay posiciones dominantes
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