Transformar la educación. Entrevistas que muestran caminos
87 TRANSFORMAR LA EDUCACIÓN. ENTREVISTAS QUE MUESTRAN CAMINOS ¿Cómo se ha dado la relación al interior de las escuelas entre estudiantes chilenos y migrantes? Sobre las relaciones en la escuela no se puede generalizar, depende mucho de los proyec- tos educativos. La mayoría de las personas migrantes est n en la educaci n p blica, donde sabemos ha habido y aún existen problemas de financiamiento y recursos. Y eso implica que los espacios físicos a veces sean m s degradados, que los docentes sean m s mal pagados. Hay una serie de factores estructurales que hacen que sean las escuelas que viven diferentes tensiones, debido a que los recursos se tienen que distribuir considerando diferentes necesi- dades. A esta situaci n estructural hay que agregar que no en todas las escuelas hay proyectos educativos que hayan logrado generar propuestas interculturales de buenas relaciones entre padres, madres, docentes y estudiantes. Hemos encontrado casos de escuelas que promue- ven que directamente no lleguen sus personas migrantes. Les dicen “vaya mejor a la escuela de all , que hay un proyecto mejor para ustedes” y las derivan, para evitar “tener el problema”. La l gica es que, si incluyo otra poblaci n va a ser m s problemas, sobre todo si llegan hijos de personas en situaci n de irregular. Preexiste esa idea de que la migraci n es un problema y no un aporte. En segundo lugar, hay muchos prejuicios con ciertas nacionalidades, no s lo de apoderados hacia ciertos estudiantes, sino que también dentro del profesorado, en que hemos encontrado mucha invisibilizaci n del bullying xen fobo, del racismo interno o incluso conductas -no ma- yoritarias- que pueden ser xen fobas o racistas. Algunos estudiantes nos dicen “a mí me tratan diferente que a otra persona”, “a mí me deja fuera”, “a mí me llama la atenci n m s veces”. Pese a ello, hay muchos docentes que le est n poniendo muchas ganas, sin ning n tipo de experien- cia y con mucho autoaprendizaje y que intervienen en base al sentido com n y en pos de los derechos de todas las personas. Los ni os y las ni as buscan una salida a este tipo de situaciones que viven. Entonces, se agru- pan y defienden entre pares. Yo lo que veo es que dentro de la escuela falta mucha interven - ci n en ciertas situaciones, porque se act a solo cuando los casos llegan al límite. En relaci n al tema del racismo con la poblaci n haitiana, m s que por el lenguaje -que a ve- ces sirve como una excusa- lo que veíamos con algunas ni as haitianas que nos contaban que habían sido muy sexualizadas en sus cuerpos, así también algunas dominicanas y colombianas. Eso se expresaba en tocaciones, bullying psicol gico, malas palabras hacia ellas, mucho “ n- date a tu país” o expresiones de denostaci n por el color de piel. El color de piel y la sexualidad es la vía para hacer bullying. Eso pasa mucho y no s lo entre estudiantes, también ocurre fuera, por ejemplo, cuando salen del colegio en la calle, con adultos que les dicen cosas en las calles. Las ni as y los ni os haitianos, dominicanos y colombianos denuncian harto racismo. Dentro de este escenario, las personas colombianas, venezolanas y dominicanas han apren- dido a reaccionar. Sin embargo, las haitianas tienen una forma de reacci n que consiste m s en tener bajo perfil, tratar de evitar el problema. La forma de entender la figura del profesor también es diferente para ellos y ellas, pues consideran que el profesor o la profesora es una autoridad. Incluso m s que los padres y madres, o sea lo que diga el profesor, es m s ley que lo que digan ellos. Todo va a depender del docente que te toque: si es bueno y proactivo, va a ser un factor protector, pero si no, puede que el profesor piense cosas como “no pasa nada” o “esto es típico de ni os”, eso invisibiliza y genera que las ni as y los ni os se retraigan mucho m s. Ahora, tampoco generalizaría, también hay estudiantes, profesores y directivos que est n em- pe ados en generar un cambio.
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