Transformar la educación. Entrevistas que muestran caminos
86 TRANSFORMAR LA EDUCACIÓN. ENTREVISTAS QUE MUESTRAN CAMINOS oportunidades sus familias los cambian de colegio para protegerlos, precisamente para evitar estas presiones. Hay algunos colegios que son m s abiertos hacia la migraci n, pero puede ocurrir que se generen ciertos guetos, porque en el fondo son las nicas escuelas que los y las reciben. Tienen proyectos educativos m s interculturales, lo cual favorece que est bien, por un lado, pero est el riesgo siempre de que termine siendo un gueto de poblaci n migrante y que las personas chilenas se vayan de esos colegios. También, el hecho de que no haya planes de intervenci n en algunas escuelas contra el bullying xen fobo hace que la ni ez busque pro- tegerse, por ejemplo, entre los pares de la misma nacionalidad. Lo que vimos también en algunas escuelas es que hay una cierta normalizaci n del trato dis- criminatorio, por parte de la adultez, tanto de directivos como algunos docentes. No estoy di- ciendo en todas las escuelas, sino que en algunas en que se dice “esto es típico de ni o”, se le resta importancia a las conductas de acoso. Hay una normalizaci n de ciertas pr cticas como “no importantes”, y por lo tanto, no hay intervenci n. Los planes de convivencia suelen ser muy generales, que al final no cubren nada, no cubre ni la LGTBfobia, ni tampoco la xenofobia inter - na. En la mayoría de las escuelas la interculturalidad es vista como como una especie de folklo- rización, como solamente realizar algunas fiestas, algún acto -aunque eso ya es un avance-. Sin embargo, hay que ir m s all , desarrollando proyectos educativos que sean interculturales, en que, solo por dar un ejemplo, si en las matem ticas llegan de otra manera a un resultado eso no se invalide o que en otras asignaturas como lenguaje leamos a autores latinoamericanos, etc. Las últimas décadas han mostrado avances en esta materia, desde las políticas educativas. ¿Cuáles son a su juicio las principales deudas? Yo creo que una de las cosas importantes es el paso desde la secundaria al nivel terciario. Hay gente que queda estancada, porque, si bien las personas pueden acceder a la educaci n secun- daria estando en una situaci n irregular, luego hay un problema para entrar a la universidad o terciaria. Ahí hay un tema que no se ha resuelto normativamente y est siendo importante porque llevamos m s de 20 a os con una mayor intensidad en la llegada de poblaci n migrante. En las escuelas falta que pasemos a verdaderos planes interculturales, entendiendo que la gente se va a quedar, que van a ser nuestras vecinas, que van a estar en nuestro colegio y que tenemos que hacer proyectos m s integrados, que impliquen reconocimiento, validaci n de esas personas, de sus culturas, de sus países. Tenemos que combatir el nacionalismo ex- cesivo que hay en Chile en todo sentido y la escuela en eso es un agente importante. Enton- ces, hay que ver de qué manera deconstruimos eso, c mo podemos, por ejemplo, establecer programas de contenidos que sean mucho m s latinoamericanos. Tenemos programas muy occidentalizados, a los que falta el reconocimiento de otras culturas, qué decir con los pueblos indígenas. Tanto los proyectos educativos como los planes de convivencia debieran tener unos mínimos comunes, que apunten al reconocimiento de la diversidad social, que est en todos los territo- rios: ahora encontramos gente extranjera también en Aysén, en Punta Arenas, en Putre... Se re- quieren planes educativos que sean m s acordes la diversidad local. Los planes de conviven- cia no pueden invisibilizar situaciones, ni ser s lo reactivos frente a determinadas situaciones. Por ejemplo, yo también trabajo temas de sexualidad y la gente reacciona a cuando hay una persona que se declara trans, pero ¿por qué no hacerlo antes?, ¿por qué, en vez de reaccionar, mejor planificar y hacer un trabajo más de proyección y de formación previa? Lo mismo con el tema de la xenofobia, no es necesario que tengamos ni os y ni as migrantes dentro de la es- cuela para trabajar el racismo o la xenofobia. Se necesita que los planes de convivencia sean m s concretos, que ataquen el bullying de cualquier tipo y que sea m s formativos.
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