Transformar la educación. Entrevistas que muestran caminos

74 TRANSFORMAR LA EDUCACIÓN. ENTREVISTAS QUE MUESTRAN CAMINOS gadas. Esa mirada se entronca con otros discursos similares, como el racismo o el machismo, porque el capacitismo tiene también esa l gica de exclusi n, de valoraci n negativa sobre personas respecto de las cuales se busca levantar una barrera. El capacitismo se expresa de diversas maneras, tanto hacia la discapacidad física, como a la mental o cognitiva. El capacitismo se expresa en diferentes reas, a la hora de buscar respuestas, pues no hay una reflexión hecha respecto de la manera en que se está discriminando. A la escuela se le hace difícil darse cuenta de cuáles son las adaptaciones que requerirán alumnos con déficit de atenci n o un alumno autista. Pero también ello sucede dentro de los espacios de salud: qué tanto puedo adecuarme desde una l gica de la normalidad a personas que procesan de manera diferente, y también dentro de lo laboral: el 80% de los adultos autistas a nivel mundial est desempleado o subempleado. Probablemente hemos avanzado mucho m s respecto del machismo, porque podemos reco- nocer actitudes machistas y denunciarlas, o respecto del racismo o el clasicismo y una serie de discursos que nítidamente buscan excluir, segregar o discriminar. Pero respecto el capacitismo no, porque no hemos hecho la misma reflexión y seguimos perpetuando ciertas ideas paterna - listas referidas a cu les son los derechos de esas personas. Cuando se hizo la ley sobre autismo en el Per , no fue consultada ninguna persona autista, ning n redactor de la ley era autista. No parece algo que alarme, pero si yo hago una ley sobre la violencia de género contra la mujer y todos los autores fueran son hombres, habría un gran y merecido esc ndalo. La edad promedio de una persona autista de vida es entre los 45 y 50 a os y no estamos ha- blando de que exista congénitamente algo que haga que mueran m s temprano. Sin embargo, los trastornos de estrés postraum tico por constantes invalidaciones, por falta de ajustes, por el poco acceso de calidad a la salud, a los sistemas educativos, depresi n, ansiedad y todo lo que eso va generando sobre el cuerpo, hacen que haya una mortalidad mucho m s elevada. Todo eso también es parte del capacitismo . ¿Qué tiene que ver el capacitismo con las acciones de tutelaje o paternalismo con las que la sociedad parece ver a las personas neurodivergentes? En discursos como el del racismo es m s evidente el ejercicio activo de la discriminaci n. En el caso del capacitismo , no es que salga un discurso en contra de las personas autistas, de las personas neurodivergentes o discapacitadas. Pero la actitud paternalista, de tutelaje, de que son como ni os eternos, personas que convocan a mis buenas intenciones y en base a mis buenas intenciones voy a tratar de darles algo, todo eso afecta la visi n de base de que son sujetos de derecho y prolonga la exclusi n. Detrás de la máscara de la buena intención no damos lo que es requerido y no se reflexiona sobre una serie de necesidades inherentes al ser humano. Por ejemplo, un gran ausente en las concepciones sobre la discapacidad, de neurodiversidad o del autismo en particular, es el tema de la sexualidad: la orientaci n sexual o de la identidad de género, son temas poco m s que tab , o que a lo mejor ni siquiera se piensan porque se da por sentado que son justamente. Como se les percibe como ni os eternos, se piensa que ello no es primordial para estas per- sonas. Esta infantilizaci n hace que, luego de la escuela, muchas personas neurodivergentes queden un poco al desamparo, porque nadie se preocupa o piensa sobre el adulto autista. Dejaste de ser ni o y como que entraste a un limbo. Entonces, te doy algunas prestaciones, te hago que hagas algunos trabajitos peque os, pero no te reconozco como un semejante.

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