Transformar la educación. Entrevistas que muestran caminos

62 TRANSFORMAR LA EDUCACIÓN. ENTREVISTAS QUE MUESTRAN CAMINOS pidiendo que trabajemos con nuestro alumnado cuestiones que nosotros y nosotras no tene- mos resueltas, ¿c mo vamos a formar a nuestro alumnado sin ni en casa, ni en la escuela, ni en la formaci n inicial como docentes nos han hablado de este tipo de cuestiones?” Que no hayas recibido formación no significa que tú no hagas nada, porque cuando hay un caso de homofo - bia, lesbofobia o transfobia, hay muchos profesores y profesoras que han resuelto formarse por sus propios medios, buscando en internet, produciendo material… para poder intervenir. Otro elemento de cambio muy importante son las familias, padres y madres de chicos y chicas LGBT y/o con una expresión de género no normativa. Se empiezan a organizar y a actuar. Tanto a nivel micro como a nivel macro empiezan a exigir: que mi hijo o hija sea lesbiana, sea trans, sea bisexual o sea lo que sea, no justifica que nadie tiene por qué excluirle o insultarle y, en cualquier caso, tiene que ser respetado en la escuela y no sufrir violencia. Cuando nosotros em- pezamos a investigar, conocimos casos muy duros. En uno, por ejemplo, a un chico se le decía “maric n”. Llega a casa, el padre se entera y le da una paliza al hijo. Este es un caso en el que el chico se suicid . Y tanto el centro como la propia familia escondieron los motivos del suicidio. Mirando atr s hacia este tipo de hechos, el cambio que se ha dado ha sido muy importante en estas dos décadas: padres y madres de menores LGBT que se han organizado, est n en todos los foros, est n demandando su reconocimiento, que se les permita a sus hijos o hijas ir al ba o al que de su género le haga sentido, que se les permita ir con la ropa que quieran. Otro cambio fundamental es el del propio alumnado. No todo el alumnado está tan autoafir - mado, pero sí nos encontramos con estudiantes que han hablado con la direcci n del centro o con docentes, porque est n sufriendo discriminaci n y quieren contar lo que les pasa. El pro- pio alumnado ha promovido una formaci n para su profesorado o al mismo alumnado y est n siendo un motor de cambio, tanto en la visibilizaci n de los y las estudiantes LGBT, como en el respeto con la diversidad sexogenérica. Y no solo estudiantes de secundaria, sino también de primaria. En Espa a, los chicos y chicas que est n en los centros educativos ahora mismo han vivido toda su vida sabiendo que dos hombres y dos mujeres se pueden casar, para ellos es una experiencia cotidiana que ven en los medios, en la calle, en sus familias, en sus vecindarios. Esto produce un desanclaje entre el sistema educativo y el alumnado, porque éste ltimo se est adelantando en el reconocimiento, visibilidad y respeto de la diversidad sexogenérica. Por otro lado, en Espa a hay muchas comunidades aut nomas que han empezado a sacar leyes y reglamentos, para abordar, por ejemplo, la situaci n de los menores trans. En ellas di- cen que no se debe permitir que se den situaciones de discriminaci n, que debe reconocerse su identidad de género, su nombre, etcétera. Sin embargo, mi impresi n es que ha habido un cambio m s profundo en la sociedad en general que en el sistema educativo y en las adminis- traciones, donde esta transformaci n se ha dado poco a poco, casi a remolque y gracias sobre todo a lo que han hecho diferentes actores sociales presentes en las escuelas y centros de estudio. ¿Qué aspectos se ven aún como débiles o pendientes? La diversidad familiar sigue sin aparecer en los libros de texto, especialmente las familias ho- moparentales. Esto es una muestra muy explícita de que de todo lo que queda por recorrer. Una segunda cuesti n pendiente es la formaci n del profesorado en activo: ¿qué pasa con el profesorado al que no le interesa estos temas o que quiz s est en contra de ellos por motivos ideol gicos? Hay un reto muy importante en la formaci n continua del profesorado sobre estas cuestiones, que debería ser obligatoria. En tercer lugar, y en el mismo sentido, est la formaci n inicial de los y las futuras docentes. En sus programas formativos de las universidades, en ge- neral, la diversidad no est muy presente. Cuando lo est , apenas se suele hablar de diversidad funcional o cognitiva, pero no se habla de otras diversidades, como la sexogenérica. También

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