Transformar la educación. Entrevistas que muestran caminos
39 TRANSFORMAR LA EDUCACIÓN. ENTREVISTAS QUE MUESTRAN CAMINOS darnos a entender por qué nosotros, como educadores y trabajadores culturales, necesitamos ir m s all de la forma fetichizada de trabajo y crear nuevas formas de sociabilidad, como las escuelas que no est n impulsadas por la competencia, sino m s bien por la cooperaci n y los principios socialistas. Así que transfiramos esta visión a la enseñanza y obtendremos la praxis revolucionaria, una pra - xis de lucha hist rica hacia la emancipaci n, hacia la liberaci n, de esto hablaba Paulo Freire. ¿Cómo se ve tensionada la escuela y la universidad en un escenario como el que Ud. describe? El conocimiento no cae del cielo, se produce; somos productores de conocimiento y si el ob- jetivo es co-construir el conocimiento en solidaridad con nuestros colegas, entonces necesi- tamos entender qué tipos de trabajo académico son necesarios para producir y construir una sociedad que sirva mejor a los intereses de la justicia y la libertad. Necesitamos una ética de la justicia social que nos ayude a medir qué direcci n debe tomar la sociedad para promover mejor una alternativa socialista al capitalismo. No podemos ignorar el contexto político m s amplio, en que la universidad est reimaginando sus prioridades bajo los mandatos renovados de un estado de vigilancia global en una economía global posterior a la pandemia. Esta economía est siendo testigo de una aplicaci n m s r pida y expansiva de la digitaliza- ción a todos los aspectos de la sociedad global, incluidos los conflictos entre las naciones y las formas opresivas de vigilancia y gobernanza, incluido el fascismo. Esto implicar una mayor manipulaci n emocional, el establecimiento de nuevas normas, la militarizaci n del discurso político, la estigmatizaci n y el aumento de las formas de gobernanza cultural, a n m s all del repertorio heredado de gaslighting [abuso emocional] político o lo que yo llamo “preparaci n ideol gica”. Cada época hist rica en el desarrollo de la sociedad tiene su propio ideal de lo que constituye el trabajo colectivo y adopta una cierta moralidad que rodea ese trabajo. En el sistema univer- sitario burgués-capitalista se pone un énfasis significativo en la competencia y la mercantiliza - ci n del trabajo académico. Repensar el trabajo académico en esta nueva era del capitalismo cognitivo puede conducir a la creaci n de un nuevo “bien com n académico” que no esté im- pulsado por la producci n de valor y la forma de mercancía, en consonancia con las iniciativas socialistas democr ticas. El trabajo colectivo nunca ha sido m s importante y podemos trabajar como agentes protag - nicos promoviendo el desarrollo del socialismo para los bienes comunes, para el bien p blico. Los valores cooperativos en el nuevo dise o de la escuela son una dialéctica de ense an- za-aprendizaje dise ada para defender a la humanidad de su propia barbarie. ¿Qué implica esto, en términos pedagógicos? Necesitamos explorar diferentes lenguajes y epistemologías para entender c mo estamos constituidos como sujetos hoy. También necesitamos entender c mo estamos siendo mani- pulados, especialmente en el campo de las redes sociales. La extrema derecha es experta en armar los medios de comunicaci n para radicalizar al p blico. Est n familiarizados con las redes sociales y saben que los motores de b squeda no son neutrales y que sus sesgos est n integrados en sus algoritmos. Son maestros en distorsionar las l gicas de la alfabetizaci n digi- tal, “trabajando” el ecosistema de medios actual a través del uso de an lisis y métricas de redes sociales para perfeccionar herramientas para amplificar sus puntos de vista, empleando estra - tégicamente memes y bots y motores de b squeda, participando en una miríada de formas de “hackear la atenci n”, atrayendo a gamergaters [ciber acosadores], te ricos de la conspiraci n,
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