Transformar la educación. Entrevistas que muestran caminos

26 TRANSFORMAR LA EDUCACIÓN. ENTREVISTAS QUE MUESTRAN CAMINOS que había planteado la Ley Org nica de Ordenaci n General del Sistema Educativo de Espa a (LOGSE), que no lleg a desarrollarlo. En ella se había planteado esta tem tica como una trans- versal, es decir, no como una materia, sino que tenía que ser contemplada en las diferentes materias educativas, para que no sea una cuesti n estrictamente de aprenderse en un libro o la importancia de la igualdad, sino para que estuviera realmente inserta en el conjunto de la pr ctica educativa. Bueno, en la actualidad en el gobierno espa ol ha aprobado una nueva ley (Ley Cela ), pero que todavía no se ha implementado totalmente, porque ahora es el proceso en que las auto- nomías tienen que adaptarla a sus necesidades y a su forma de actuar. Aquí se abre de nuevo el tema de educaci n para la igualdad. Por ejemplo, tiene en cuenta la revisi n de los libros de texto, para que sean m s equilibrados respecto a la presencia de hombres y mujeres y también sobre cosas que hemos ido detectando como características de un sistema androcéntrico. Ellas no son visibles ni explícitas, porque parecen lo normal, pero que est discriminando a las ni as, no en el sentido de impedirles el acceso a la universidad, pero sí en el sentido de demos- trarle que las mujeres somos el segundo sexo, es decir, que no tenemos protagonismo, que no somos importantes, que no hemos escrito la historia, que no hemos escrito la ciencia, etcétera. Considerando estos ciclos de avance y retroceso que me acaba de relatar, ¿Cuáles son los elementos que son más difíciles de instalar en el ámbito de la educación no sexista? Para que las cosas puedan avanzar, se tiene que dar que la instancia que tenga poder sobre la educaci n sea progresista, pero que adem s plantee lo quiere hacer y que no s lo lo deje como una ley. Debe existir una voluntad política real de cambio. Al mismo tiempo, esto debe coincidir con un movimiento en el profesorado que también quiera el cambio. Cuando tenemos esto, tenemos las 2 patas para caminar y entonces esos son los periodos en los que realmente se avanza. Ahora, cuando s lo tenemos uno, o si no tenemos ninguno, pues nada que hacer, por supuesto. Habr siempre algunas personas que van a luchar por unos cambios, pero qué ocurre, que no tienen la fuerza necesaria como para lograrlo. Y esto lo hemos visto bastante, personas que a veces se empe an -sobre todo profesoras- en realizar estos cambios, quienes pueden acabar incluso “quem ndose”, que se sienten marginadas y que sus compa eros y compa eras no entienden lo que proponen. Por lo tanto, digamos cuando no tenemos realmente una política decidida por arriba y un mo- vimiento fuerte por abajo, es muy difícil avanzar. Cuando tenemos las dos cosas es cuando avanzamos bien; cuando s lo tenemos una, tampoco avanzamos mucho. Una ley educativa para un país tiene que abarcar situaciones sociales muy diversas, desde las escuelas en el campo hasta las escuelas de élite, en las ciudades o donde sea, entonces, una ley tiene que tener la flexibilidad como para que vayamos en una dirección u otra, o podamos ir m s lento o m s r pidos. Adem s hay que considerar que generalmente los políticos est n un tiempo relativamente corto en el cargo. En cuatro a os es imposible cambiar la escuela, incluso en ocho. ¿Qué se requiere dentro de una institución educativa para que se implemente de forma esperada la coeducación de sentido actual? Bueno, b sicamente lo que se requiere es que el equipo de profesorado y la direcci n de la escuela tengan una voluntad de hacerlo. Que haya unanimidad es siempre algo muy difícil de alcanzar, pero sí, por lo menos, una mayoría del profesorado que considere que este tema es

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