Orientaciones didácticas para una educación científica no sexista
habitamos. Expresiones tales como “Todos los hombres son iguales ante la ley” invita a preguntarnos entonces ¿ acaso las mujeres no lo son? Es más adecuado decir “ Todos los seres humanos son iguales ante la ley” El ejemplo anterior nos permite indicar que en sociedades patriarcales la lengua refleja también dicho orden social, por ende, surge lo que se denomina lenguaje sexista. Como consecuencia de ello muchos usos lingüísticos contribuyen tanto a la dominación masculina como a la ocultación y al silencio de las mujeres y diversidades en los escenarios de la palabra (Bengochea, 2015). a. Reproducción A través del lenguaje, se reproducen estereotipos de lo que deben ser las mujeres y los hombres “Supongamos Pedro que usted es un hombre muy picaflor, un pillín… (la mayoría del curso ríe enérgicamente y algunos hacen, “Uuuy”. Tono burlesco) No voy a decir que busca mujer u hombre. Porque eso es su decisión” (vuelve a reír todo el curso) (continúa) “Pero ¿qué es mejor? tener como opción 5 personas o sólo una? Tú eres un picaflor... (otra vez risas y burlas generalizadas) ¿Qué te conviene más? tener 5 a la mano o arriesgar todo yendo solo por una (Todo el curso ríe). (Ejemplo de una clase de biología). En este caso, la profesora se dirige a un estudiante y, si bien ella hace la salvedad que él puede elegir a una mujer o un hombre, interpela al estudiante si la mejor opción es tener una pareja o varias. Una de las características de la masculinidad hegemónica es que los hombres tengan varias parejas o varias relaciones sentimentales a la vez, así muestran su virilidad. Al hacer esta pregunta a un muchacho y no a una joven lo que hace es reforzar aquello. b. Genérico masculino La RAE lo comprende como “el uso del masculino para designar ambos géneros”. Orientaciones didácticas para una educación científica no sexista 4
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