Procesos de planificación curricular en educación en ciencias de la salud: desde un currículum eficaz a un currículum transformador: teoría y práctica

entre hombres y mujeres no significa igualdad de trato, sino más bien un compromiso por ge- nerar las condiciones para que sea posible con- seguir igualdad de resultados. No significa ga- rantizar un trato idéntico a hombres y mujeres, sino que debe tomarse en cuenta las diferencias culturales, sociales y biológicas que ha derivado en su subordinación. • Por “no discriminación” se entiende lo declara- do en los Principios de Yogyakarta (2007) que es- tablecen lo siguiente: “ Toda s las personas tienen derecho al disfrute de todos los derechos huma- nos, sin discriminación por motivos de orienta- cion sexual o identidad de género (…) La dis- criminacion por motivos de orientacion sexual o identidad de genero incluye toda distinción, exclu- sión, restricción o preferencia basada en la orien- tacion sexual o la identidad de genero que tenga por objeto o por resultado la anulación o el menos- cabo de la igualdad ante la ley o de la igual pro- teccion por parte de la ley, o del reconocimiento, o goce o ejercicio, en igualdad de condiciones, de los derechos humanos y las libertades fundamentales.” • ¿Cuáles son algunas de las premisas fundamentales que sostuvieron la necesidad de incorporar este principio de igualdad de género y no discriminación para orientar los procesos formativos? En primer lugar, asumimos que la discriminación estructural y cultural que sufren las mujeres y la di- sidencias sexuales en nuestra universidad, implica un déficit democrático que contradice sus valores fundantes. Justamente, el modelo educativo nos recuerda el ethos de la universidad pública y sus principios presentes en sus estatutos. Entonces, eso nos compromete de alguna manera a pensar que los procesos formativos y los procesos que se llevan adelante en la universidad, deben ser coherentes, precisamente con esos valores. Asumida la premisa anterior, entonces, podemos afirmar que las prácticas formativas en general y la docencia en particular, no son neutras a la cons- trucción social del sistema de género. Precisamente, entendemos el género como un orden construido socialmente, y a la docencia como práctica clave que impacta en la creación e institucionalización de normas y valores que podrían legitimar roles y estereotipos de género. Muchas veces nuestras prác- ticas - por ser naturalizadas y no suficientemente conscientes- pueden reproducir la desigualdad de género y la discriminación. Dicho esto, la tercera premisa es que resulta funda- mental una práctica reflexiva permanente que nos permita analizar los contenidos, las metodologías docentes y los tipos de interacción y de convivencia que privilegiamos, si es que queremos transformar los procesos formativos, superar el sexismo en la educación y erradicar la violencia de género. El Modelo Educativo institucional actualizado, de- fine el sexismo en la educación como: “...una forma de discriminación en función del sexo, expresada en ideologías y prácticas educativas que suponen una so- brevaloración política y social de los roles y posiciones sociales masculinas. Opera a través de un entrama- do de simbolismos y expectativas que se expresan en prácticas, normas y valores implícitos en los planes y programas institucionales y en las construcciones, va- loraciones, significados, representaciones y creencias que estructuran las relaciones entre hombres, mujeres y disidencias sexuales (Lovering y Sierra, 1998; Gue- rrero et. al, 2006)” (p. 24) Esto requiere entonces, una estrategia transversal de transformación, no son suficientes iniciativas aisladas como, por ejemplo, incorporar cursos que aborden estos temas dentro de la formación de las y los estu- diantes o agregar en la bibliografía autoras mujeres. Esto es necesario pero no es suficiente. Resulta fun- damental una mirada que articule y transforme de manera transversal a todos los procesos formativos. Transversalización de la perspectiva de género En ese sentido, la transversalización se visualiza en, al menos, tres ámbitos de transformación que incorporan aspectos micro curriculares y macro curriculares. En el ámbito micro curricular, la perspectiva de gé- nero aborda la pregunta sobre ¿cómo ocurren los Procesos de Planificación Curricular en Educación en Ciencias de la Salud: Desde un currículum eficaz a un currículum transformador: Teoría y Práctica 67

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