Procesos de planificación curricular en educación en ciencias de la salud: desde un currículum eficaz a un currículum transformador: teoría y práctica

Presentaciones. ¿Formamos técnicos o profesionales comprometidos? 24 • En otros momentos, no se han puesto en mar- cha procesos de comunicación para los docentes y el estudiantado, que les ayude a comprender el proyecto educativo y a generar un lenguaje co- mún sobre él. • A la hora de reorganizar el plan de estudios, no se han diseñado espacios de integración, lo que dificulta llevar a cabo una formación basada en competencias. No se han generado equipos do- centes que trabajen de forma coordinada. Ni se ha hecho un seguimiento exhaustivo de las titu- laciones o, si se hace, se pone la mirada más en los aspectos cuantitativos que en los cualitativos. • No se han diseñado políticas y acciones forma- tivas coherentes con el proyecto educativo insti- tucional; por ejemplo, talleres para el desarrollo de competencias, diseño y puesta en marcha de proyectos de innovación que fortalezcan el pro- yecto educativo, procesos de investigación-ac- ción para reflexionar sobre las prácticas y gene- rar conocimiento sobre ellas y transformarlas. Lo que sucede es que muchas veces las personas en- cargadas no tienen el apoyo de la dirección, a pe- sar de que es un proyecto de toda la institución. Y, esto hay que estudiarlo con detenimiento, es preciso hacer una reflexión profunda, porque no basta con que el equipo directivo lance un proyecto educativo, sino que hay que defenderlo y tiene que estar pre- sente en todos los estamentos y lugares del centro. Otra cuestión que también observo es que, en mu- chas ocasiones, no se comunica bien las innovacio- nes a las persona, no se genera comprensión sobre lo que está cambiando y, entonces, al no generar este nuevo entendimiento, se sigue haciendo lo mismo pero utilizando distintas palabras o recurriendo a distintas técnicas. Las creencias y el pensamiento que mueve las acciones no cambian y esto es una de las principales dificultades con las que nos encon- tramos para realizar un cambio genuino. Otra limitación reportada es que no se han desarro- llado espacios de integración curricular, entendien- do que ahí es donde realmente se trabajan las compe- tencias. Es muy difícil trabajarlas en asignaturas que están fragmentadas. Hacerlo sin sentido acaba que- mando a los docentes y a los estudiantes en general. Finalmente, señalaremos que tampoco se han crea- do políticas formativas en la línea de las propues- tas que se han hecho, luego, si se quiere trabajar por competencias, mediante metodologías activas y desde los modelos educativos que hay detrás de ellas, se tiene que utilizar programas de formación docente más ligados al desarrollo y a la reflexión acerca de las prácticas. En los años 90, los progra- mas de investigación-acción fueron muy importan- tes para la transformación de las prácticas, y hoy en día se debería volver a trabajar desde ellos. De la fragmentación de las asignaturas a la integración La formación por competencias requiere superar la fragmentación curricular provocada por la ense- ñanza planificada desde las asignaturas, y transitar hacia un currículum integrado que favorezca el de- sarrollo del perfil competencial de los profesionales de la salud. Una docencia que esté acompañada de una correcta gestión educativa exige liderazgos de diverso tipo: institucional, de los jefes de cátedra y de los coordinadores de docencia. La dificultad con el modelo por competencias está relacionada con tres hechos: la fragmentación de las asignaturas, la que no facilita la integración del co- nocimiento; la falta de un proyecto global liderado por la institución, los jefes de cátedra y de los pro- pios coordinadores de docencia y; que los docentes no han entendido el concepto de competencia. Aún lo conciben como una simple habilidad, lo que ses- ga las prácticas educativas. Las competencias son acciones que se manifiestan en situaciones y contextos en los que las personas se enfrentan al hecho de solucionar problemas/retos con un claro criterio de calidad (excelencia profe- sional), para ello, se articulan y movilizan una serie de recursos internos (conocimientos, habilidades, destrezas, valores, experiencias de contexto, de per- sonas, de redes de datos, etc.). Además, en estas si- tuaciones los profesionales están en condiciones de: • Fundamentar las decisiones adoptadas y las acciones realizadas.

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