Acompañar en la vida y en la muerte: recomendaciones para los equipos de APS sobre la preparación para la muerte de personas mayores en fin de vida
9 3. Espiritual: Relacionado al significado de la vida, la muerte y la ritualidad religiosa. 4. Práctica: Anticipación de aspectos financieros, patrimoniales y arreglos fúnebres. La falta de PPM en las/os cuidadoras se asocia con consecuencias negativas durante el duelo, como problemas psicológicos, enfermedades físicas a largo plazo, ansiedad, depresión, duelo complicado y peor calidad de vida (Tang et al., 2020). Por otro lado, sentirse preparada/o para la muerte se relaciona con resultados favorables, como mayores competencias de cuidado, satisfacción familiar, mejor salud mental y beneficios para la persona bajo cuidados (Hovland y Kramer, 2019; Norinder et al., 2017). Se han desarrollado satisfactoriamente intervenciones para promover la PPM y mejorar la salud mental de quienes cuidan en etapas de fin de vida. Estas intervenciones representan una oportunidad para favorecer su bienestar. (Nielsen et al., 2016). 2. Preparación para la muerte: experiencias de cuidadoras/es, familiares y equipos de salud de APS en la Región Metropolitana Durante este proceso de investigación invitamos a las personas a conversar sobre la preparación para la muerte y no fue sencillo. Varios participantes, tanto cuidadoras/ es, familiares, como los equipos de salud, desconocían el concepto y en primera instancia pensaban que el estar preparado era no sentir dolor por la pérdida. Ante esta asociación, la mayoría señalaba que sería imposible prepararse para la muerte de un familiar cercano. No obstante, en la medida que la conversación avanzaba, emergieron experiencias comunes que dan cuenta de las condiciones en que las familias enfrentan la muerte y cómo les hace sentir más o menos preparadas. Para profundizar el análisis sobre la preparación para la muerte y nuestras recomendaciones, en este apartado se explican las situaciones que influyen en la preparación para la muerte y prácticas de las familias o de los equipos de salud que acompañan la preparación. 2.1. ¿Están preparados los equipos de salud para hablar de la muerte? Si bien todos los y las participantes de los equipos de salud han tenido alguna experiencia con lamuerte de usuarios/as de sus programas, pocos han desarrollado estrategias concretas para abordar estas situaciones. La mayoría actúa bajo sus propias creencias y herramientas, motivado por la cercanía que se produce con la persona cuidadora principal a través del trabajo cotidiano. Además, el equipo sanitario reconoce la falta de recursos para entregar un apoyo más integral a las personas mayores y sus familiares. Por su parte, las/os cuidadoras y familiares valoran el apoyo de la atención primaria, a la vez que perciben la sobrecarga de los equipos y, en consecuencia, la falta de continuidad de la atención domiciliaria y seguimiento.
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