Acompañar en la vida y en la muerte: recomendaciones para los equipos de APS sobre la preparación para la muerte de personas mayores en fin de vida

5 Introducción El cuidado que reciben las personas mayores en proceso de fin de vida y la salud mental de quienes cuidan y asisten a esta población son asuntos de salud necesarios de enfrentar en forma conjunta, dado que las labores de cuidado impactan en la salud de quienes cuidan y la calidad de los cuidados puede, a su vez, verse afectada por el estado de la salud mental de quienes los brindan. La importancia de abordar estos asuntos de salud radica en varias razones. Una de ellas es el envejecimiento poblacional que conlleva al aumento de las personas mayores que vivirán con enfermedades físicas y psíquicas, comprometiendo su funcionalidad y necesitando mayores niveles de cuidados. Al respecto, se estima que para el 2050 el número de personas de 60 años o más que requerirán atención a largo plazo se triplicará en las Américas, aumentando de alrededor de 8 millones a entre 27 millones y 30 millones (Organización Panamericana de la Salud [OPS], 2019), frente a lo cual nuestro país aún no estaría preparado para afrontar los diversos desafíos en salud, siendo un tema pendiente, justamente, el de los cuidados de personas mayores en situación de dependencia (Villalobos, 2019; Observatorio del Envejecimiento, 2022). Para dimensionar esta problemática, compartimos algunos datos: • A nivel mundial, las enfermedades crónicas no transmisibles son la principal causa de muerte y en gran proporción ocurren en la vejez en condiciones de discapacidad y fragilidad (Stroebe y Boerner, 2015). • En América Latina y El Caribe, el número de años que las personas viven con discapacidades ha aumentado en un 12.6% desde 2009 (OPS, 2019). • A nivel mundial, se estima que el número de personas viviendo con demencia bordea los 55millones, cifra que aumentaríamás del doble para el 2050 (Gauthier et al., 2022). • En Chile, el 1.06% de la población presenta algún tipo de demencia, la cual afecta conmayor frecuencia a personas mayores de 60 años (7%) y particularmente al grupo de mayores de 85 años (32.6%) (Slachevsky et al., 2013; Ministerio de Salud [MINSAL], 2017). • Entre los años 1990 y 2010, hubo un incremento de casi 4 veces de años de vida perdidos por muerte prematura por las demencias, constituyendo la 6ª causa específica de muerte (MINSAL, 2017). • En Chile, el 14.2% de las personas de 60 años omás presentan dependencia funcional en algún grado (División Observatorio Social, 2020), con un predominio de mujeres y con un aumento en frecuencia y severidad a más edad, encontrándose una relación significativa entre las enfermedades crónicas y la condicióndedependencia (Servicio Nacional del Adulto Mayor [SENAMA], 2009).

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