Acompañar en la vida y en la muerte: recomendaciones para los equipos de APS sobre la preparación para la muerte de personas mayores en fin de vida

15 “En lo posible en paz, reconciliarse… yo por ese motivo llamé a mi hermano, por último, para que ellos tuvieran tiempo… no sé si tenían que pedirle perdón a mi mamá para que mi mamá pudiera partir”. (Cuidadora, El Bosque) “Estar lo más en paz consigo mismo, o sea, qué temas hay que resolver o elegir alguno porque quizás hay muchos, pero por lo menos lo crucial tratar de sanar algunas cosas que están pendientes (...) es una forma de ir como cerrando ciertos cabos que pueden generar esta diferencia al momento de irse”. (Equipos de salud Providencia y Macul) Para el equipo sanitario, en aquellos casos de demencia o compromiso de consciencia se aborda más que nada los temas de cuidados físicos y preparación de las/os cuidadoras. “Dependiendo del paciente, dependiendo de cómo esté y de lo que quiera la familia también, pero se le explica todo lo que pueda pasar y las acciones que podemos hacer para mejorarlo entre comillas”. (Equipos de salud Providencia y Macul) En esta cita se evidencia que las personas mayores con alguna pérdida de consciencia no siempre son activamente consideradas para la preparación de la muerte e incluso podrían no recibir información si es que la familia se niega. Recomendaciones • Aun cuando las personas mayores se encuentren en estado de demencia o con compromiso de consciencia, es parte de un trato humanizado y respetuoso hacerlas partícipe de la atención, considerar su expresión de deseos y decisiones anticipadas y, cuando corresponda, explicar su condición. • Siempre es importante incluir a las familias, no obstante se debe velar por la autonomía de la persona mayor, por tanto a veces es necesario aconsejar que las familias respeten las decisiones de las personas mayores. • Si la persona mayor no puede expresar su voluntad y no lo hizo previamente, invitar a los familiares o amistades cercanas, a quienes más le conocen, a pensar cuál sería su voluntad. La familia puede encontrar significado especial a las prácticas de fin de vida, pensando en las preferencias de las personas mayores. • Puede orientar en el trabajo de asistencia en fin de vida la elaboración de planes de atención basados en el pronóstico de salud consensuados con personas mayores y/o sus familias, lo que permitirá alinear al equipo y que las familias ajusten sus expectativas.