Tramar y reparar los cuidados comunitarios: narrativa de vecinas y vecinos de la población Juan Antonio Ríos en Chile neoliberal
83 Narrativas de vecinas y vecinos de la población Juan Antonio Ríos en el Chile neoliberal y llevar al jardín a mi hijo. Luego me iba a trabajar y, cuando terminaba, lo pasaba a buscar al jardín en distintos horarios. Después lo llevaba a la casa y estaba con él, le daba las comi- das respectivas, le cambiaba los pañales y jugábamos, hasta que llegaba la mamá y el cuidado era más compartido. Esa ha sido mi experiencia más intensa y cercana respecto los cuidados, hasta el día de hoy. Ahora la relación es de otra forma porque nos separamos con su mamá y empezó a ser más complicado ponernos de acuerdo para organizar el tema de los cuidados. Pero de mi parte siempre hubo predisposición y muchas ganas de ejercer esa función. Ahora vivo en Santiago y cuando voy a Linares, donde vive mi hijo, trato de estar todo el tiempo posible con él, con la venia de la mamá. Por lo mismo, como vivimos lejos y no lo veo tan seguido, no ejerzo esos cuidados tanto tiempo como a mí me gustaría. Si tuviera que hacer un promedio de cuánto lo veo, podría ser cada dos semanas, pero algunas veces lo veo dos fines de semanas seguidos. Lo máximo que he estado sin verlo han sido cuatro meses cuando él con su mamá vivían en Arica y empezó la pandemia. Además, ahora él tiene más autonomía, es más independiente, está más grande y puede estar solo en la casa. Para mí el ideal hubiera sido estar siempre viviendo cerca de él y poder dar cada minuto de mi tiempo disponible para estar con él. No haber podido hacerlo es algo que me pesa hasta el día de hoy. Creo que la carga entre su mamá y yo se ha distribuido de manera inequitativa. Ella se ha llevado prácticamente todo el peso, la mayor parte del trabajo y los
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