Tramar y reparar los cuidados comunitarios: narrativa de vecinas y vecinos de la población Juan Antonio Ríos en Chile neoliberal

74 Tramar y reparar los cuidados comunitarios los calzoncillos, le lava todo a él, pero yo no puedo entrar ahí porque no es mi casa. Lo cuida mucho y está contenta de que yo esté más cerca de ellos, por lo menos de mi hijo, porque mi hija se fue a vivir con el pololo. Ahora nos llevamos super bien, por ejemplo, ella fue al lavaseco de Independencia y yo le lavé los cobertores. Ahora se los tengo que ir dejar y siempre voy para allá. He comenzado a participar más en los cuidados de mi mamá también. Desde lo concreto hoy, en vez de que fuera ella a regar al cementerio, fui a hacerlo yo. Me salió a mí esto hace como dos meses atrás y voy todos los días martes. En mi familia no somos tanto de apapacharnos, de andar dándonos besos, pero sí somos de más ‘concreto’, entonces caché ‘uy mi mamá, estoy haciendo Uber, entre un día más que haga y un día menos, puta, no estoy tan urgido’. Y le dije ‘mami sabe que yo le voy a regar’ porque hay que tirar una manguera gigante, pesadísima, y ella es una mujer de setenta y cinco años. Ese es un cuidado, pero salió de mí, no salió de ella, de una conversación, salió porque me di cuenta que es una mujer mayor y que le cuesta hacer ciertas cosas. Aunque a ella le gusta hacer lo que hace porque se siente independiente, más aún, como es una persona mayor quiere mantenerse independiente. Creo que ella lo siente como un cuidado, pero me doy cuenta que se sorprendió cuando se lo propuse. Pero por ella, haría cualquier cosa porque sé que esta vida es la única que tengo, entonces, tengo que tratar de vivirla lo mejor posible y de ser la mejor persona posible, dentro de mis limitaciones. Y justamente, dentro de mis limitaciones

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