Tramar y reparar los cuidados comunitarios: narrativa de vecinas y vecinos de la población Juan Antonio Ríos en Chile neoliberal

66 Tramar y reparar los cuidados comunitarios o estar en la calle. Y no permiten que el niño llore. Entonces, yo pienso que, a veces, nosotros mismos como migrantes que acogemos a los otros abusamos también de ellos. Y eso a mí me da dolor porque igual soy inmigrante y he pasado muchas cosas.Tengo una amiga que es colombiana, que hace poco llego con todos sus niños y no sabe si van a poder estudiar, porque regularizar los papeles ahora está más difícil. Es burocracia, tiempo, tienes que esperar mucho y pagar varias veces. Al menos yo puedo vivir aquí, mis hijas pueden estudiar becadas, tengo dos hijas en la universidad. Antes mi negocito era chiquitito, pero después mi esposo dijo “pongamos uno más grande”. Uno tiene años aquí que te dan esas posibili- dades. Yo sé cómo trabajar, cómo desenvolverme en una casa. Muchas personas no están acostumbradas a trabajar en casa, tienen otro sistema de vida. Al menos, las venezolanas, la mayoría son profesionales y vienen aquí a trabajar en lo que hay, pero no están habituadas. Muchas personas se van. Supe que una niña se iba a Ve- nezuela y pasaba el centro fronterizo perreando nomas, así a la suerte, porque no pueden sacar pasaporte. Gracias a Dios que mis hijas nacieron aquí y mis sobrinos también, pero hay muchos que han venido de Perú, o de otros países, que nunca obtienen el Rut. Y una asistente social ¿Qué te va a decir? Que no estás en ninguna nomina, no estás descrito en nada. “No soy nadie aquí” si no tienes Rut. Uno dice, o, ustedes como chilenos dicen “ya no más”, hay que poner más barreras, más control. Pero a veces uno

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