Tramar y reparar los cuidados comunitarios: narrativa de vecinas y vecinos de la población Juan Antonio Ríos en Chile neoliberal

47 Narrativas de vecinas y vecinos de la población Juan Antonio Ríos en el Chile neoliberal Norte, Quince Norte, Los Pabellones, viví en la casa de mi suegra, viví aquí, viví en un chale en medio de un campamento. Y ahí con dos niños chicos, guaguas, mi marido llegaba a las tantas de la noche. Y a mí me iban a joder la pita todas las noches unos cabros malos que había ahí. Y yo no dormía. En mi juventud a mí me gustaba mucho la biología y la medicina, me fascinaban. Quedé en la Universidad de Con- cepción. Pero ese mismo año –desgraciadamente– falleció mi papá, y no pude ir a estudiar. Yo quedé en biología marina, y era una cosa que a mí me fascinaba. ¡Me encantaba la biolo- gía! Yo en el colegio era puros 7 en biología, fui bien buena alumna. Pero yo no pude estudiar en la universidad, porque tuve que hacerme cargo de mis hermanos, porque mi madre tuvo que salir a trabajar. Hasta ahí llegó mi rol de estudiante. Pero al menos hice más cursos: cursos de enfermería, cursos de primeros auxilios. Cuando supe que no iba a poder estudiar en la universidad, pienso que el trabajo me hizo salir de esa tristeza. Porque yo encontré rapidito trabajo. Primero empecé con lo de los primeros auxilios, y después ya me puse a trabajar, y ahí como que se me fue olvidando, olvidando, y después –como toda cabra– me enamoré. Y ahí si que la embarré. Y yo no me había dado cuenta, pero ya estaba cansada. Era mucho más de amistad; de tener un amigo hombre, no un pololo ni un esposo, era un amigo. Yo soñaba con casarme con las espadas cruzadas de la marina y todo, tenía hasta derecho a tener casa, pero no, fue todo rápido. Él quería hacer la cuestión cortita para poder

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