Tramar y reparar los cuidados comunitarios: narrativa de vecinas y vecinos de la población Juan Antonio Ríos en Chile neoliberal
37 Narrativas de vecinas y vecinos de la población Juan Antonio Ríos en el Chile neoliberal Poniendo límites (aunque duela) Yo soy maniática de la limpieza, pero muy maniática. Y últimamente, aprendí en el curso, yo ya no lavo la loza. Yo antes llegaba del trabajo y había un montón de loza, porque tomaban desayuno, almorzaban, todo, y no hacían nada. Yo les cocinaba, y cuando no les gustaba la comida, no comían, y compraban comida. Y compraban comida con mi plata. Pero ya no. Ya hace como un mes –me duele mucho sí, me duele caleta ver la cocina toda cochina, me duele– pero la dejo cochina. Y no lavo la loza. Yo lavo mi taza y la dejo en mi dormitorio, y mi dormitorio lo cierro. Y no les lavo la loza, no les limpio el comedor, no les hago nada. Yo una vez a la semana, si, cambio sábanas, y eso lo sigo haciendo, pero va a llegar el momento en que no lo voy a hacer más, porque no se preocupan. A lo mejor es mi responsabilidad de criarlos sin tareas durante la vida; nunca les di una tarea, que ellos tenían que hacer esto, esto otro. Siempre lo hacía todo yo. Entonces a lo mejor yo tuve la culpa de eso, pero ahora que ya están grandes, ellos ensucian y si quieren lavan. Pero me ha costado, me ha costado mucho. Me da mucha lata ver mi casa cochina, pero no lo hago, así de sencillo. Entonces yo me pregunto, ¿qué tanto daño he hecho yo en la vida pa’ tener tanta mala suerte? No quiero estar en la casa porque no me siento bien en mi casa, a pesar de que es mi casa, como que no siento que es mi casa, me siento como una allegada en mi casa. Y muchas veces le he dicho a mi hijo mayor que me quiero ir.
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