Tramar y reparar los cuidados comunitarios: narrativa de vecinas y vecinos de la población Juan Antonio Ríos en Chile neoliberal

23 Narrativas de vecinas y vecinos de la población Juan Antonio Ríos en el Chile neoliberal dos años y medio. Era tan chiquitito y tenía que inyectarse insulina y todo lo que eso implica. Pero sí, igual los hemos educado para que puedan ser personas independientes, sobre todo darles autonomía respecto a su condición, que es lo más complejo ¿no? Para que ellos sepan qué hacer, conocer su cuerpo, y saber cómo reaccionar. Porque también entendemos nosotros como pareja que no siempre vamos a estar ahí. Lo que yo siempre les digo: “¿Qué va a pasar si, imagínate, a mí me atropellan y me hospitalizan? Voy a volver y los voy a encontrar a todos muertos”. Muertos y asquerosos porque no se pueden bañar si yo no estoy, no pueden lavar la ropa si yo no estoy. ¡No! Cada uno tiene que poder rascarse con sus propias uñas. Aunque vivamos en comunidad, aunque compartamos. Si es que falta uno, los demás tienen que poder seguir funcionando. Pero es más difícil soltar también. Porque no es lo mismo soltar a un niño que tiene una condición médica, que soltar a otro niño que no. O sea, mi hijo mayor estuvo en coma, mi hijo mayor estuvo en coma... y eso es algo que tú no te sacas de la piel. Yo vi convulsionar a mi hijo chico, entonces eso no es algo que tú disocies fácilmente. Ver a tu hijo con- vulsionar, tener que aplicar medicamento de emergencia, es horroroso. No es algo que tú dices “ay, ya, no importa. Salgo y me desapego de eso” No. Vives con eso ahí, “y qué pasa si le baja la glicemia, y si le sube, y si...”. Es algo que tienes que aprender a manejar no más. Tener dos hijos con condiciones médicas implica que todo el cuidado es más difícil, porque además hay que alternar con