Tramar y reparar los cuidados comunitarios: narrativa de vecinas y vecinos de la población Juan Antonio Ríos en Chile neoliberal
15 Narrativas de vecinas y vecinos de la población Juan Antonio Ríos en el Chile neoliberal que turnarlos para meterlos a clases, o la mamá se lo tiene que llevar. Entonces fue súper complejo. Fue súper complejo. Ver cómo no das abasto para ayudar a todos. Afortunadamente la Asamblea Territorial se organizó súper bien en términos de ayudar con canastas. Nosotras en la Coordinadora de Mujeres igual hicimos muchas colectas para ayudar a la gente. Pero el abandono fue brutal. Cuando repartían las famosas canastas, a mí me llamaban las apode- radas del colegio y me decían “Pero señora Bárbara, pasaron por aquí y pasaban de largo” en los edificios por Rivera que son de puros extranjeros. No les dieron canastas a ellos. Y en un mismo local habían dejado 10 canastas. “Y ¿qué pasa? nosotros necesitamos”. Entonces fue difícil, y mucha gente lo pasó muy mal. Yo todavía tengo señoras a las que les voy a dejar mini-canastas, porque están muy mal. Y como tienen sus casas bonitas nadie piensa que ellas están mal po’. Y también harto apañe –como le digo yo– de estar llamando, “cómo estay”, “conversemos”, “te ayudo con algo”, y sobre todo escuchar, porque uno sabe lo que es estar así como ahogada. Mi labor más que nada siempre es con mujeres. Ollas comunes hubo muchas. De hecho, nosotras con el Grupo de Mujeres en Acción –que lo creamos en pandemia– ayudábamos un día de olla común en la semana, porque ellos hacían varios. Pero igual es heavy el trabajo de las ollas comunes, porque nosotras lo ayudábamos para un día, pero eran 20 kg. de arroz, no sé cuántos kilos de fideos, salsa, todas esas cosas. Entonces es una pega brutal.Nosotras colaboramos con un grupo que se llamaba Under Family, que en realidad
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