Tramar y reparar los cuidados comunitarios: narrativa de vecinas y vecinos de la población Juan Antonio Ríos en Chile neoliberal

128 Tramar y reparar los cuidados comunitarios En la población Juan Antonio Ríos,muchas mujeres somos dueñas de casa que cuidan a sus hijos e hijas, que tenemos que cumplir con las labores domésticas y que, además, debemos arreglárnoslas para comer. Desde pequeñas, a gran parte, se nos cría “a la antigua”, para hacer solas el trabajo de la casa y responder a las necesidades de los hombres y los niños que viven en ella. Además, cuando empezamos a crecer, se nos dice que “protegernos” a nosotras mismas significa mostrar lo menos posible nuestro cuerpo en la calle y que, sí lo hacemos, estamos “provocando” que los hombres nos piropeen, acosen o violen. Muchas veces, se señala que el único camino que tenemos en la vida es casarnos y tener hijos con un hombre que defina lo que es mejor para nosotras. “Hay que ser madre antes que mujer” nos dicen nuestras madres y abuelas. “Estai como gordita”, “no te has teñido el pelo”, “deberías cortártelo”, o “deberías déjartelo largo”, son comentarios que nuestros ma- ridos pueden hacer sobre nuestro cuerpo y que, en ocasiones, aceptamos para mantener la relación de pareja. Decidir cuánto dinero gastamos y en qué lo usamos pasa a ser un derecho de ellos, aunque tengamos un sueldo propio que aportar a la casa. Informar a diario lo que hacemos y con quién puede transformarse en una obligación cotidiana. In- cluso, pueden insultarnos, gritonearnos o “sacarnos la chucha” y a los vecinos les parecerá normal. Pero no lo es. Vivir sin poder decidir sobre nuestra ma- ternidad, nuestros gastos o lo que hacemos a diario no es normal. Vivir con culpa por mostrar nuestro cuerpo en pú-