Tramar y reparar los cuidados comunitarios: narrativa de vecinas y vecinos de la población Juan Antonio Ríos en Chile neoliberal
124 Tramar y reparar los cuidados comunitarios Por un Estado que no enferme y una crianza que respete En cuanto al Estado, creo que debería hacerse cargo de los daños, más que de los cuidados, quiero decir, debería dejar de dañarnos y de generar instancias de daño que requieren cuidado, por ejemplo, obligando a las mamás a dejar a sus hijos en salas cunas, jardines y colegios para que puedan salir a trabajar y producir para el sistema. Estoy en una parada muy anarquista y me siento convencida de que tanto el sistema laboral como el sistema educacional nos enferman. No co- nozco a ningún niño que haya entrado al jardín y no se haya enfermado. Por eso no quiero mandar a mi hija al colegio. Creo que el cuerpo nunca miente y que cualquier síntoma nos habla de una emoción, entonces, si niños se enferman nos están mostrando lo mal que se están sintiendo en ese momento. Esto pasa porque su sistema nervioso central caga, su sistema inmune baja y hay virus, entonces se crea un triángulo de malestares que los daña. Justamente por ello es que, si los seguimos mandando a pasarla mal, el día del níspero vamos a dejar de necesitar cuidadores. La crianza respetuosa me ha ido mostrando la importan- cia de priorizar el bien superior del niño, no de una como mamá, y en ese sentido creo que es un aporte a que los niños no enfermen. El mundo sería perfecto si potenciáramos y cuidáramos a la niñez, porque tendríamos adultos sanos y funcionales. Quiero decir, ocupándonos de los primeros años
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