Tramar y reparar los cuidados comunitarios: narrativa de vecinas y vecinos de la población Juan Antonio Ríos en Chile neoliberal

91 Narrativas de vecinas y vecinos de la población Juan Antonio Ríos en el Chile neoliberal Vivencias domésticas en pandemia Cuando empezó la pandemia, yo estaba recién llegada. Allá en el País Vasco ya estaba el virus, y yo pensaba que en volá era mentira. Como allá también había habido tantas revueltas en octubre, o sea, yo estaba allá y veía Cataluña en revuelta, Chile, El Líbano; estaba la cagá en todos lados, y yo decía “esta wea viene a puro bajar todo”. Como todas las revueltas espontáneas que se dieron por la crisis del capitalismo. ¡Estaba súper incrédula po’! Y cuando llegué en enero alcancé por lo menos a organizarme –como ir a la asamblea un par de veces; conocer a ciertas personas– y el 15 de marzo ya estamos en pandemia y yo estaba viviendo aquí con mis papás y venía recién llegada. Entonces venía como de cinco años de vivir fuera a vivir con mis papás, había dejado una relación súper importante con mi compañero de allá por venirme. Y en ese momento –lo analicé a posteriori– fue como “bueno, esto es lo que toca, hay que organizarse igual”, pero fue súper frustrante. Fue súper frustrante para mí todo ese período. Diría que todo ese período de seis meses fue como lo más duro, porque igual mi mamá tenía miedo, mi papá evade. Aparte volví a vivir con mis papás ya no como hija sino como adulto. Pero entre nosotros nos coordinamos súper bien. Nos repartíamos tareas, de hecho, yo creo que mi papá como nunca cocinó más que toda su vida junta. Y en ese sentido, como a la interna, fue bacán. Fue como: “Ya. Mira. Vamos a estar encerrados, tenemos que hacer lo mejor pa’ llevarnos bien, repartámonos las tareas de la casa”. Empezamos a planificar

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