Comunicación, política y sociedad. Estudios y reflexiones contemporáneas

Salvador Percastre-Mendizábal 77 reconocidos para sacar a limpios conceptos útiles, para entender el presente comunicacional. Entre otras conclusiones, se señala que las mediatizaciones y las hibridaciones mediáticas en la pandemia advierten para el presente una continuidad de la lucha por nichos de audiencia y de las expectativas por innovar y aprovechar las posibilidades de interacción de nuevas plataformas. Virus, interfaz y ficciones En sus estudios, el teórico de la comunicación Scolari (2018) plantea a la interfaz, como el lugar de las interacciones y que, para analizarla, se requiere identificar tres instancias: los actores, las relaciones o conexiones y los procesos que se hallan insertos en un espacio interactivo de cualquier índole (tecnológico o social). Scolari (2020) retoma esta premisa e identifica al virus causante de la COVID-19, como el actor disruptivo de una compleja trama socio tecnológica, conformada alrededor de la pandemia y que puede abarcar desde actores médicos hasta las aplicaciones que se diseñaron para detectar contagios en nuestro alrededor, pasando por los Estados, políticos y policías, por mencionar unos cuantos. El citado autor, también refiere la “ epidemic assemblage ” de Nick Fox y relata la rápida propagación por efectos del mundo globalizado que promueve una economía de mercado que, a su vez, moviliza personas y negocios a todo nivel, dentro de lo cual se facilitó el contagio a escala mundial. Agrega además la visión de André Lemos, e indica que el virus no es solo un ente biológico aislado, sino que su construcción es política y comunicacional. También hay actores mediáticos, humanos e institucionales que son fundamentales en este interfaz pandémico de nivel macro, que puede estudiarse desde niveles inferiores al analizar, por ejemplo, el mercado donde ocurrió el primer contagio. Carlón (2020) refiere que una pandemia es la circulación global de un virus. Dicha movilidad viral requiere, probablemente, de ese gran ecosistema socio-tecnoló- gico que apunta Fox y que Scolari remarca. En la cuarta Ley de la interfaz, Scolari (2018) propone que los actores humanos coevolucionan con los tecnológicos y, en su blog, anticipaba que los cambios vívidos en pandemia dejarían huellas en nuestros comportamientos individuales y colectivos. Advertía la inminente llegada de tiempos muy duros, una especie de periodo de postguerra, con viejas interfaces maltrechas y a punto de ser voladas, a la par que surgirían nuevos actores y narrativas urgidos por gestionar una sucesión de temas.

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