Comunicación, política y sociedad. Estudios y reflexiones contemporáneas
COMUNICACIÓN, POLÍTICA Y SOCIEDAD. ESTUDIOS Y REFLEXIONES CONTEMPORÁNEAS 56 referencia, esto es, si la comunicación se efectuaba a nivel local, estatal, internacional o si se considera la estructura de la comunicación dentro de una organización política. En este sentido, se retoma la idea de la territorialidad o de los campos de conocimiento que pueden ser objeto de estudio de la comunicación política, pero ya no desde un enfoque basado en la noción geográfica, sino en lo que Figueiras (2022) expone: “la comunicación política se puede dividir por área específica de trabajo y conocimiento, organizativo estructural, así podemos identificar diversas parcelas de conocimiento que permiten ordenar el estudio de la comunicación política” (p. 124). Desde la postura de este autor, las parcelas de conocimiento podrían agruparse del siguiente modo: 1) comunicación política gubernamental, 2) comunicación política intra e inter institucional y organizativa, 3) comunicación política electoral, 4) comunicación política de crisis, 5) comunicación política antisistémica y/o alternativa o emergente y 6) comunicación política de Estados nacionales y el sistema mundial de medios (Figueiras, 2022: 25), aunque existan limitaciones en la misma, o pueda derivar en el entrecruzamiento o traslape de un área en otra. Sin embargo, esta clasificación resulta relevante pues, contempla dos parcelas que, en ocasiones quedaron relegadas frente a los estudios electorales (Gerstlé, 2005) y que, en el advenimiento de las sociedades democráticas resultan relevantes para la información de la ciudadanía, y con ello, la toma de decisiones, a saber: la comunicación política gubernamental y la comunicación política de crisis. Sobre la comunicación política gubernamental, Canel y Sanders indican que es: La comunicación direccionada y con objetivo a influir sectores clave, en la búsqueda tanto de propósitos políticos como cívicos, llevada a cabo por políticos y funcionarios, usualmente en una forma controlada para establecer y mantener relaciones benéficas para la construcción de reputaciones, para obtener apoyo de las interacciones con la ciudadanía, haciendo uso de herramientas y estrategias de Relaciones Públicas y comunicación corporativa. (Canel y Sanders, 2015; en Canel y Luoma-aho, 2020, p. 10) En este sentido, se puede aseverar que la comunicación política gubernamental permite influir en gobernados a partir de ciertos proyectos o propuestas efectuadas por los gobernantes. Es relevante, sobre todo en contextos democráticos, que exista la constante transmisión de información para que la ciudadanía tenga conocimiento y le permita tomar mejores decisiones. Ahora bien, la idea de que la ciudadanía esté bien enterada presupone ciertos contextos de estabilidad que permiten a los gobiernos poder dar información de forma regular ante lo que acontece en el mundo; sin embargo, tal como explica Ruslan Posadas (2022) retomando los trabajos de Beck (1995): “los fenómenos del ahora tienen
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