Comunicación, política y sociedad. Estudios y reflexiones contemporáneas
COMUNICACIÓN, POLÍTICA Y SOCIEDAD. ESTUDIOS Y REFLEXIONES CONTEMPORÁNEAS 256 Si trasladamos estas obligaciones a las acciones a realizar por la Administración Pública en el marco de la Perspectiva de Género, deberíamos contar con procedimientos que cuenten con una redistribución equitativa en las actividades productivas entre hombres y mujeres, esencialmente en los espacios jerárquicos ocupados y con la igualdad salarial plena; el fortalecimiento al poder de gestión y decisión de las mujeres, nuevamente la ocupación de los puestos que determinan los rumbos en la administración pública y no exclusivamente en la paridad política que se ha establecido por ley en nuestro país y, principalmente atendiendo a esta exposición, en la modificación de los procedimientos administrativos que reproducen sistemática- mente las desigualdades. Uno de los elementos con los que la PGAP cuenta, es con la transversalidad de género, estrategia diseñada justo para disminuir la desigualdad entre los sexos en la administración pública, conforme a los estándares requeridos por los Derechos Humanos: Transversalizar laperspectivade género es el procesode valorar las implicaciones que tiene para los hombres y para las mujeres cualquier acción que se planifique, ya se trate de legislación, políticas o programas, en todas las áreas y en todos los niveles. Es una estrategia para conseguir que las preocupaciones y experiencias de las mujeres, al igual que las de los hombres, sean parte integrante en la elaboración, puesta en marcha, control y evaluación de las políticas y de los programas en todas las esferas políticas, económicas y sociales, de manera que las mujeres y los hombres puedan beneficiarse de ellos igualmente y no se perpetúe la desigualdad. El objetivo final de la integración es conseguir la igualdad de los géneros. (Organización Internacional del Trabajo, 2002) En este sentido, la PGAP cobra una contundente importancia desde el proceso de planeación administrativa, en donde los presupuestos, la programación, el ejercicio y la retroalimentación de los recursos públicos deben, desde origen, contar con transparencia y dirección hacia el fortalecimiento de la PGAP, lo que puede iniciarse desde el momento de entrega del gobierno saliente y la recepción del gobierno entrante. El procedimiento de entrega-recepción gubernamental Los gobiernos resultantes de elecciones democráticas en México tienen, por regla general, una duración máxima de seis años; así el presidente de la República, los gobernadores y los integrantes de la cámara de senadores duran un sexenio en su encargo, mientras que los presidentes municipales y los diputados federales y locales duran tres, pudiendo reelegirse hasta en dos ocasiones los senadores y cuatro los diputados.
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