Comunicación, política y sociedad. Estudios y reflexiones contemporáneas

COMUNICACIÓN, POLÍTICA Y SOCIEDAD. ESTUDIOS Y REFLEXIONES CONTEMPORÁNEAS 246 Tomando el mismo ejemplo, son pocos los que hacen el ejercicio de preguntarse si esto que se plantea para la comunidad, de la cual parecen excluirse, vale para ellos mismos o sus grupos de pertenencia. En este esquema, la representatividad ciudadana se torna metonimia pura. Y, por tanto, impone pocas voces con alta capacidad expresiva que ordenan posiciones poco democráticas. Uno de los problemas fundamentales de este tipo de relaciones es que, más que horizontalizarse y permitir una ampliación de las voces que se expresan socialmente, generan una jerarquización aristocrática que no encuentra eco en los sectores a los que se refieren, pero que prefieren no escuchar. Un ejemplo es que las voces de los sectores populares, las minorías de género, las minorías étnicas, entre tantas otras, suelen ser dichas por otros. Sin embargo, ese denominador común, que les transforma en segmentos mayoritarios, no es tomado en cuenta por quienes los sustituyen a través de las redes. Las condiciones de precariedad, vulnerabilidad y pobreza resultan mayoritarias y sustituyen posiciones políticamente correctas, que se esconden detrás de los rasgos minoritarios para decir qué se debe hacer, sin hacerse cargo de una exclusión más general y permanente sobre la cual no se opera ni se aportan soluciones. Las metáforas se ordenan, con la sustitución del rasgo excluyente que constituye un colectivo mayoritario, para visibilizar el que lo individualiza y lo transforma en minoría. De ese modo, el problema se desmaterializa para volverse simbólico o, lo que es peor, “político”. Entre comillas y vacío de contenido. La operación que transforma a una comunidad mayoritaria, atravesada por la pobreza, en pequeños colectivos intensos y dichos por quienes tienen resuelta la subsistencia y aspiran al liderazgo y la visibilidad social, no es metafórica ni ecológica. Es metonímica y cultural. Estas demandas de expresión, dejan de lado los procesos informacionales en los que la sociedad se posa para tomar decisiones relevantes para el conjunto. La información socialmente necesaria (Schiller, 1996), para dar cuenta una representación concreta, legítima y democrática, choca con los procedimientos de transformación de los colectivos mayoritarios en especies minoritarias e individualistas dentro de una comunidad mayor. Estos procedimientos, en su mayoría bien intencionados, son favorables al uso del low fare y la construcción de fake news que se integran a los juegos electorales desvirtuando la calidad política y la participación ciudadana.

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