Comunicación, política y sociedad. Estudios y reflexiones contemporáneas

Salvador Percastre-Mendizábal 205 la usan para indicar sus demandas a los líderes y negociar por la fuerza (Pérez-Armen- dáriz, 2020, p. 1327). Puede pensarse que la violencia no cruza de norte a sur, pero sí de sur a norte. Son diversos factores que la causan, entre ellos, el crimen organizado que disputa espacios para acceder al mercado de estupefacientes y armas más grande del mundo. Tanto en Tijuana como en Ciudad Juárez, dos de las más importantes ciudades fronterizas, la violencia se desencadenó debido a la dinámica de la competencia entre organizaciones criminales por controlar las lucrativas rutas de contrabando a lo largo de la frontera (Shirk, 2014, p. 489). Por otro lado, contribuye con la violencia e inseguridad, la propia composición social de ciudades en constante crecimiento y poca planeación. Como se mencionaba anteriormente, administradas por gobiernos locales con mínimas capacidades para enfrentar los retos de la globalización. Regiones a las que arriban poblaciones marginadas y vulnerables, con limitado acceso a recursos, entre ellos de manera marcada el acceso a la justicia 23 , que crecen con limitadas condiciones para mejorar en su calidad de vida, esto a pesar de que el norte de México tiene menores tasas de pobreza en comparación con otras regiones del centro o sur del país (Shirk, 2014, p. 486). La violencia también es causante de la llegada de más migrantes, entre ellos miles de mexicanos. La violencia letal en México, ha incrementado la migración tanto nacional como internacional (Orozco-Alemán, 2018, p. 28; Massey et al, 2020.). Hoy en día la frontera recibe a muchos de estos nuevos migrantes que huyen de la delincuencia que, desde Michoacán, Guerrero u otros estados vienen buscando pedir asilo a Estados Unidos. Así también, la violencia en la región puede nutrirse con la llegada de contingentes de migrantes extranjeros, todos con la esperanza de ser asilados en la Unión Americana. Entre mayo y noviembre de 2016 más de 17 mil haitianos llegaron a territorio nacional, muchos a Tijuana y Mexicali, lo cual implica un grado de complejidad importante para estas ciudades (Montoya-Ortiz y Sandoval, 2018, p. 141). La vulnerabilidad social de las personas en movimiento provoca la violación de sus derechos humanos. En las ciudades fronterizas mexicanas los grupos en movimiento convergen con traficantes de migrantes, pandillas, fuerzas armadas, policía local y agentes migratorios, poniendo en desventaja a estos grupos en movimiento (Infante et al., 2011, p. 450). Esta migración es presa fácil de grupos delincuenciales haciendo perpetuar su vulnerabilidad. 23 Tijuana en 2020 fue la ciudad con más feminicidios en México (Ramírez, 2020).

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