Comunicación, política y sociedad. Estudios y reflexiones contemporáneas

Salvador Percastre-Mendizábal 157 • Transparencia La Comunicación Responsable garantiza que todos los públicos tengan acceso o puedan corroborar la información difundida. No propicia opacidad en su manejo. Discusión y conclusiones Este estudio se centra en destacar la importancia de la Comunicación Responsable, como condición para combatir la desafección política, que hace posible el fortale- cimiento de la democracia. Resulta de vital importancia estimular una cultura de Comunicación Responsable desde los partidos políticos, las organizaciones y los representantes. Se trata de formar a personas comprometidas con el sistema social y de valores, capaces de implicarse y participar de manera activa y directa para lograr un cambio profundo en la cultura política. Decía Felipe González que el quehacer político consiste en hacerse cargo del estado de ánimo de la gente (González, 2013, p. 51). Pareciera que los partidos, las instituciones, los representantes o los sistemas no han venido recogiendo de la mejor manera las interpretaciones de dicha lectura. Los resultados aquí expuestos, en relación con la variable analizada, pueden ser un buen punto de partida para poder entender, desde una óptica distinta, el problema de la crisis de satisfacción de los sistemas democráticos representativos. Debido a las transformaciones vividas durante los últimos años (cambios en la socialización política, transformaciones en la relación con los medios de comunicación tradicionales y digitales, pérdida de algunas de las funciones propias de la familia, alteraciones socio-demográficas, entre otras), las organizaciones públicas y los representantes políticos se han encargado de una socialización política cada vez más influenciada y en ocasiones construida por los medios de comunicación que no precisamente se rigen bajo parámetros de una Comunicación Responsable, pero que terminan siendo actores principales en la construcción del espectáculo democrático, aunque estos no necesariamente tienen un origen democrático. Por lo tanto, la democracia está en crisis y desde la jerga política de la Comunicación Responsable resulta insuficiente la formación y capacitación a los representantes. En España, se puede constatar la mala relación que existe entre democracia y satisfacción. Las tendencias obtenidas al analizar las bases de datos concuerdan, lamentablemente, con lo descrito por la doctrina en relación con las llamadas “nuevas democracias” que están caracterizadas por una profunda desafección política de los ciudadanos (Torcal, 2006), quienes manifiestan síntomas claros de desafección política: “falta de interés en política; cinismo con todo lo relacionado a la política, instituciones de representación y políticos; y un sentimiento de alejamiento a todas las cosas relacionadas con la política” (p. 157).

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