Comunicación, política y sociedad. Estudios y reflexiones contemporáneas
COMUNICACIÓN, POLÍTICA Y SOCIEDAD. ESTUDIOS Y REFLEXIONES CONTEMPORÁNEAS 138 algo en común: “permiten realizar actividades novedosas y en situaciones donde la acción colectiva hasta ahora no era posible”. (2002, p. 23) De acuerdo con Howard, las tecnologías digitales benefician a la democracia, en tanto que compensan las debilidades de los medios tradicionales, ya que permiten la interactividad, con lo que enriquecen la información y favorecen el compromiso cívico de la ciudadanía al experimentar la política de manera directa y no mediada o mediatizada. Asimismo, abren el espectro de posibilidades para nuevas formas de representación, así como la movilización y la construcción de capital social al facilitar la formación de redes sociales (2006, pp. 62-63). Lo que no consideró, es que esa interactividad está dirigida por algoritmos, programados por las empresas dueñas de esas plataformas, para llegar a determinado output (salida) que contribuya a sus fines y no precisamente a los objetivos colectivos de quienes las usan (Van Dijck, 2013: 35). Otra serie de pretensiones ciber utópicas, similares a las expresadas en relación con los efectos en las democracias, generados por las comunicaciones mediante computadoras (CMC), son mencionadas por Hacker y Van Dick: incrementan la escala y la velocidad de proveer información, generando más ciudadanos informados, como una condición crucial de la democracia; crean nuevas formas de organización mediante grupos de objetivos específicos para la discusión, permitiendo el surgimiento de nuevas comunidades políticas libres de la intervención del Estado (2000, p. 4). Bucy y Gregson, agregan otras ventajas en la utilización de Internet para facilitar la participación política, al proveer el acceso inmediato a la información política, al permitir la relación entre los agentes políticos con la ciudadanía y al suministrar espacios de discusión. Schmidt y Cohen pronostican que, a pesar de que no se conoce de bálsamos democráticos, existe la convicción que el impacto mundial más significativo de Internet “será la manera en que habrá de colaborar para redistribuir la concentración del poder más lejos de los estados e instituciones y más cerca de los individuos (2013, p. 6). Los ciber optimistas generaron otra serie de corrientes intelectuales opositoras o resistentes, ciber pesimistas o ciber escépticas, que pusieron en duda las profecías optimistas en boga que “parecieron interponer obstáculos desalentadores en la búsqueda de la tierra digital prometida” (McChesney, 2013, p. 6). Consecuencias políticas negativas: ciberpesimismo Sobra decir que, de manera paralela, han surgido voces menos optimistas que dudaban del potencial de las tecnologías basadas en redes digitales para crear o reforzar la participación política, al cuestionar la idea de que la Interred podría modificar las estructuras del sistema político, al revertir las tendencias que favorecen el poder de
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